El elenco colombiano tenía todo acordado con Vitoria de Portugal, dueño del pase del volante, pero para que sea posible había que rescindir con el Sabalero. Ante esto, se echó para atrás
Cuando parecía que el arribo de Federico Lértora le abría la puerta de salida al colombiano Guillermo Celis la historia finalmente no sería así. Más que nada, porque el que siempre tuvo la última palabra fue Colón, con quien tiene un contrato vigente por un año más.
Junior de Colombia hizo las gestiones pertinentes para incorporar al volante central a pedido del entrenador uruguayo Julio Comesaña, que a la postre lo había llevado a Santa Fe a principios de año. Fue así como la dirigencia del Tiburón encaró tratativas directas con el dueño de su pase, Vitoria de Portugal, con quien llegó a un acuerdo rápidamente, al igual que con el futbolista. Sin embargo, restaba cristalizar la salida del Sabalero.
Para que esto sea posible había que rescindir el vínculo, pero a cambio de un monto. Tal como se presumía, la CD encabezada por el presidente José Vignatti hizo valer sus derechos y se plantó en no dejarlo salir así por que sí. Los lusos encararon algunas charlas, pero no iban a poner el dinero.
Ante esto, la única forma de lograr el préstamo era poner un dinero (se desconoce el número) para satisfacer a Colón y también a Vitoria, algo que finalmente Junior no estaría dispuesto a hacer y ya a esta altura habría desistido. De esta manera, Comesaña se quedaría sin uno de sus anhelos para el nuevo proyecto que está encarando en Barranquilla.
Por si fuera poco, Celis formó parte del equipo que jugó el partido de los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Argentinos Juniors e ingresó en el segundo tiempo. También está entre los concentrados para el compromiso de este sábado ante Patronato, dejando en claro que forma parte de la consideración de Pablo Lavallén. Quizás no para ser titular, pero por lo menos suma.
Después quedará en ver si el jugador presiona para irse o se queda a pelearla. Así las cosas, las negociaciones estarían caídas y casi descartadas, pero nada puede decirse ni asegurarse en un mercado de pases muy cambiante.