El Sabalero sumó una nueva frustración tras perder frente a Patronato, en el inicio del certamen doméstico, donde arrancará peleando por no descender.
«Es un torneo nuevo, hay que cambiar el chip, sin dudas la victoria o el pasaje de fase con Argentinos motiva, mantiene al equipo bien, contento y con la buena predisposición. Pero ya pasó, empieza otro torneo donde tenemos que hacer una buena temporada. Hay que tratar de revalidar lo que hicimos en Sudamericana, con la cabeza puesta en Patronato, sabiendo que lo que se consiguió quedó atrás», fue el mensaje de Pablo Lavallén en la conferencia de prensa que brindó en la previa del debut en la Superliga, en lo que sería un duelo clave ante el Patrón en la lucha por no descender.
Pero el equipo estuvo muy lejos de su mejor versión, fue una sombra del que nueve días antes le dio vuelta la serie a Argentinos en La Paternal, para meterse en cuartos de final de la Copa Sudamericana, y la derrota ante Patronato pegó duro desde lo numérico y lo anímico.
Claro está que varios jugadores no fueron de la partida por diferentes situaciones, y que son claves para Lavallén, como Alex Vigo, Rodrigo Aliendro, Gabriel Esparza y Luis Rodríguez, a los que hay que sumarles a Federico Lértora, quien estuvo en el banco de suplentes.
Pero la caída ante el conjunto entrerriano no solo fue un golpe duro en el ánimo del plantel, sino que refleja la delicada situación que atraviesa el Sabalero en la Superliga, que se contrapone absolutamente con lo que produce en la Sudamericana.
Es que acumuló 10 encuentros sin victorias en el certamen doméstico, mientras que cinco de esos partidos fueron dirigidos por Lavallén, lo que profundiza la crisis y abre un gran interrogante sobre la continuidad del entrenador de persistir esta mala racha.
La última victoria del conjunto rojinegro en la Superliga se dio en el primer partido del año, cuando el 28 de enero le ganó a Argentinos Junior por 2-0, en el debut del uruguayo Julio Comesaña como entrenador. Los goles fueron convertidos por Luis Miguel Rodríguez y Leonardo Heredia (ya no forma parte del plantel sabalero).
Luego de ese encuentro el equipo sumó cuatro empates y seis derrotas, mientras que lo más preocupante es que en el Brigadier López, que siempre se presentó como un reducto inexpugnable, hace cinco encuentros que no conoce la victoria, con tres igualdades y dos reveses.
Tras vencer a Argentinos en Santa Fe, el Sabalero perdió ante Lanús (1-0) en Buenos Aires, empató con Vélez (1-1) en el José Amalfitani, cayó contra Banfield (1-0) como local, perdió contra Talleres en Córdoba (2-0), como anfitrión igualó ante Racing (1-1), fue goleado por Aldosivi (3-0) en Mar del Plata, repartió puntos en el Brigadier López ante San Lorenzo (1-1) y San Martín de San Juan (0-0), cayó en La Plata contra Gimnasia (3-2), y arrancó con el pie izquierdo la nueva Superliga en el barrio Centenario tras caer contra Patronato (1-0).
En los últimos diez partidos solamente una vez pudo mantener la valla invicta, que fue en la igualdad sin goles frente a San Martín (SJ) en Santa Fe. Recibió 14 goles y convirtió cinco tantos. De esos goles, Luis Rodríguez marcó dos (uno de penal), Wilson Morelo convirtió uno (de penal), y los otros fueron de Christian Bernardi y Nicolás Leguizamón.
Ahora se vendrá otro gran desafío, ya que ante Huracán, con quien arrancó la debacle de Colón en el final del año pasado ya que le ganaba por 2-0 y perdió 3-2 con un jugador más, buscará cortar la nefasta racha de 13 partidos sin victorias.
En ese lapso, el equipo del barrio Centenario sumó cuatro empates y sufrió nueve derrotas. La última vez que el Sabalero festejó fuera de Santa Fe fue en la fecha 27 de la Superliga 2017/2018, cuando venció por 3-1 a Racing, en Avellaneda, triunfo con el cual se clasificó a la Sudamericana 2019. Los goles del conjunto rojinegro fueron convertidos Marcelo Estigarribia, Marcelo Meli (en contra) y Javier Correa.