Recordá uno de los relatos imborrables para la memoria del hincha sabalero. El fútbol traspasa innumerable barreras, incluso muchas de esas que parecen infranqueables. Eso lo hace tan apasionante. Ni hablar en Argentina, donde las ciudades se paralizan cuando llega el momento de ver jugara sus equipos.
Somos así, por eso en todo el mundo tratan de emularnos. Solo hay que fijarse en las canciones y en el calor que se le pone en cada cancha y hasta en la calle, donde se escriben miles de capítulos de amor y desencuentros. Es un deporte en el que se gana, empate o pierde, pero siempre alguien queda contento.
Los hinchas lo saben y por eso sienten a flor de piel cuando algo le llega hasta el corazón. En este caso al simpatizante Colón, que sabe bien de pelearla hasta el final, con incontables batallas para describir. Justamente este lunes se celebra una fecha muy especial.
Se cumplen 24 años del retorno a la élite después de 14 años en el ascenso. Ese 29 de julio de 1995 tenía a un equipo imborrable. Con un eterno Miguel Ángel Gambier, que desde hace unos años le marca goles a Dios en el cielo; las ganas de Pedro Uliambre y la desfachatez de Adrián Marini.
El Sabalero, que tenía como DT al uruguayo Nelson Chabay, derrotó en la final del octogonal a San Martín de Tucumán, en un partido que se llevó a cabo en un estadio Brigadier López que rebalsaba de público. Una de las concurrencias más importantes de la historia.
En el partido de ida, Colón se impuso por 1-0 con un golazo de Marini, mientras que en la vuelta, ganó 3-1, con goles de Pampa Gambier (2) y Uliambre. Es así como este domingo se cumplen 23 años de aquella gesta, festejada aún por todos los hinchas de Colón.