El plantel se entrenó por la mañana en Casasol, donde un grupo de barras caracterizados se hizo presente para hablar con los jugadores y Leonardo Madelón. Además estuvo el presidente Luis Spahn.
El presente de Unión está lejos de ser el soñado en el arranque de la temporada. Es que en los dos primeros partidos el equipo hizo ilusionar mucho al pueblo rojiblanco, con el empate ante Racing en Avellaneda y el triunfo ante Defensa y Justicia en el 15 de Abril.
Leonardo Madelón había admitido que a lo mejor encauzar el nuevo proceso futbolístico le iba a llevar un par de fechas, pero luego de los primeros seis capítulos el Tate solamente cosechó cuatro puntos y llega de cuatro derrotas consecutivas.
El entrenador no pudo contar en ninguna fecha con todos los jugadores del plantel a su disposición, debido a un par de lesiones que tienen a maltraer al plantel y por las suspensiones de dos jugadores claves como Damián Martínez y Jonathan Bottinelli, quien debe purgar todavía dos fechas.
Pero el último porrazo frente a Arsenal pegó muy duro, no solamente en el técnico, que se mostró abatido pero esperanzado en la zona de los vestuarios del estadio Julio Humberto Grondona, sino también a los jugadores, que se retiraron sin hablar y sobre todo al hincha, que se había acostumbrado a ver al equipo en las primeras posiciones del campeonato.
Madelón acusó factura y de cara al partido frente a Central meterá cinco cambios en la formación inicial, en una clara muestra que nada lo dejó conforme tras el partido ante Arsenal, aunque también dando una muestra de desconcierto en un momento cumbre.
En el entrenamiento de este martes estuvo Luis Spahn, quien se acercó para darle su apoyo al entrenador tatengue, quien cumplió un papel clave para que sea elegido como presidente en los últimos comicios.
En tanto, que como ocurre en los momentos de crisis futbolística en diversas instituciones del fútbol argentino, un grupo de barras caracterizados se acercó para hablar con Madelón y los jugadores, donde se cuenta que fue en buenos términos y para apoyarlos en este difícil momento.
Se trata de la situación más incómoda que le toca atravesar a Madelón, que nunca había sufrido al frente del Tate una racha adversa similar con lo cual deberá acudir a toda su pericia para sacar al equipo adelante para que no se complique a futuro con los promedios del descenso.