El Tate jugará su partido más importante del año, en cambio en el Sabalero todos apuntan a la final de la Copa Sudamericana. Por lo cual la sensación es que se trata del choque más devaluado de los últimos tiempos.
No caben dudas que la clasificación de Colón a la final de la Copa Sudamericana le bajó el precio al Clásico que se disputará este domingo en el 15 de Abril. En la calle no existe la efervescencia habitual que se palpita en los días previos a un cotejo de esta naturaleza.
Y tiene que ver con que uno de los protagonistas tiene la cabeza en otro lado, para Colón el encuentro del domingo resulta uno más, ya que el gran objetivo es el sábado 9 de noviembre cuando juegue la final ante Independiente del Valle.
En cambio para Unión, el Clásico es la bala de plata que le queda hasta fin de año, ya que no tiene un partido más importante en el horizonte. Eso hace que exista una disparidad respecto al interés, pero además le suma mayor presión al equipo que dirige Leonardo Madelón.
Si Colón pierde no habrá secuelas, ya que el mundo sabalero apunta hacia Paraguay, por lo cual no habrá cuestionamientos. En cambio una derrota de Unión será un golpe muy duro que agudizará la crisis deportiva y generará muchos interrogantes a futuro.
Obviamente que un Clásico siempre es importante, de hecho durante muchos años era el botín predilecto de los dos equipos que sin ser protagonistas del torneo local debían conformarse con ganar este partido como principal objetivo.
Pero este presente de Colón modificó el contexto y por ese motivo la sensación es que se trata del Clásico más devaluado de los últimos tiempos. No obstante, un triunfo de Unión le permitirá ampliar su historial a favor y para Colón significará emparejar el historial. Pero más allá de las estadísticas, la realidad indica que los 90′ estarán teñidos de ambiciones diferentes.