El defensor rojinegro habló sobre el presente de Colón, luego de un inicio de semestre complicado y que se revirtió a partir de la clasificación a las semis de la Copa Sudamericana.
Arrancó el semestre en el banco de relevos e incluso trascendió que en su momento había pedido ser negociado ya que no estaba entre las prioridades del técnico. Sin embargo, el contexto cambió y hoy nadie discute la titularidad de Guillermo Ortiz quien en partidos claves se convirtió en un jugador muy importante para el equipo.
En diálogo con Radio Sol 91.5, el marcador central se refirió al presente que vive Colón a días de jugar la final de la Copa Sudamericana, pero además habló sobre su relación con Pablo Lavallén y los momentos en los que no le tocaba jugar.
En el inicio de la charla opinó respecto a la preparación física del plantel que les permitió jugar tantos partidos y con muy pocos lesionados «Es bueno que el club haya invertido en los gps y el cuerpo técnico esta muy pendiente de eso.
Si bien la mayoría no lo habíamos usado, la verdad que resulta muy útil, achica el margen de lesiones. Por ejemplo si un día corres 4.5 kilómetros y después 1.5 km, al otro día el profe se te acerca y te pregunta si te duele algo, ya se dan cuenta que algo pasa. Sirve para prevenir y tener un control del estado físico».
Consultado por el momento en el que Colón hizo un click luego de los cuestionamientos que recibieron respondió: «El partido con Zulia que ganamos como local fue el cambio, ya que veníamos de algunas derrotas. Ese día nos dimos cuenta que podíamos hacer grandes cosas y los resultados siguientes nos dieron confianza para consolidarnos. Ahora el equipo sale de memoria y eso es muy importante».
Sobre los malos resultados obtenidos como visitante en la Superliga indicó: «A muchos equipos le costó sumar de visitante, jugamos partidos correctos pero no se nos dieron los resultados, son rachas. Años anteriores nos hacíamos fuertes de visitante, y nos costaba de local y eso ahora se revirtió. Ahora la gente va a la cancha convencida que el equipo va a ganar».
En cuanto a lo que se vive después de clasificar a la final de la Copa Sudamericana contó: «Vamos a Paraguay con ilusión y eso es lo que la gente nos hace sentir desde que terminó el partido con Mineiro. Nos estamos preparando para jugar el partido más importante de la historia de Colón y la gente nos va a transmitir energía positiva y eso nos va a ayudar».
«Yo sabía que íbamos a clasificar aún cuando perdíamos 2-0, pero recién nos dimos cuenta de lo que hicimos cuando volvimos a Santa Fe. Fue realmente impresionante, un momento único para los que viajaron a Brasil, no se lo van a olvidar más. Fueron a buscar un milagro, ya que era muy difícil y ante un gran rival, pero por suerte le pudimos dar esa alegría que será inolvidable».
Por último se refirió a los momentos en los que no le tocó jugar y desmintió cualquier pelea con Pablo Lavallén como trascendió en su momento «El jugador sabe muy bien cuando tiene altibajos, en el torneo anterior no estaba en mi nivel, y con ese nivel sabia que ni siquiera podía ponerme la camiseta de Colón», aseguró.
Para luego finalizar «Pero nunca bajé los brazos y seguí entrenando, tengo una gran relación con Pablo (Lavallén) y le dije que iba a volver a mi nivel. Nunca existió una pelea como se dijo, en un plantel somos 30 jugadores y entran 11 y en ese momento un compañero estaba mejor que yo. Con el correr de los partidos fui teniendo minutos y con algunas buenas actuaciones Pablo confió en mí».