Luego de aquella noche histórica en el Mineirao, el delantero bajó notablemente su nivel al punto tal de hoy discutirse su titularidad.
Luis Miguel Rodríguez llegó a principios del 2019 en plena vigencia (era uno de los goleadores de la Superliga) y su pase a Colón sacudió el mercado de pases. Nadie pensaba que el Pulga pudiera salir de Atlético Tucumán para jugar en un equipo que no es de los denominados grandes.
Sin embargo, José Vignatti lo fue a buscar, apostó fuerte y se trajo a un delantero de incuestionable jerarquía, al cual le bastó apenas 90 minutos para meterse a la gente en el bolsillo. Su debut con la camiseta rojinegra no pudo ser mejor: gol y asistencia para el 2-0 ante Argentinos.
El tucumano no solo se destacaba por los goles, sino también por sus asistencias y la participación en el juego, en ese momento Colón era el Pulga y 10 más. El primer semestre no fue bueno para el Sabalero, pero el delantero era el único que no estaba en discusión.
Y en el segundo semestre Rodríguez se convirtió en héroe, cuando con dos goles suyos (partido de ida y vuelta) ante el Atlético Mineiro lo clasificó al Sabalero a la final de la Copa Sudamericana. Todos recuerdan la definición desde los 12 pasos en las que el Pulga y Burián cosecharon todos los elogios.
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Pero ese histórico 26 de septiembre fue un punto de inflexión para el 10, ya que a partir de allí su rendimiento fue en notorio declive, al punto tal que hoy muchos hinchas lo cuestionan y piden su salida del equipo titular. Algo absolutamente impensado tiempo atrás. Aunque para que eso suceda, mucho hizo el Pulga con sus idas y vueltas fuera de la cancha.
Después de la revancha con el Mineiro, Colón derrotó a Argentinos 1-0 y posteriormente perdió el Clásico por idéntico resultado, con una actuación muy pobre de Rodríguez. Volvió a ser titular con Godoy Cruz (21 de octubre) y en una jugada desafortunada Gabriel Esparza le pisó el tobillo izquierdo generando un esguince importante.
Eso hizo que no estuviera ante River, ni tampoco con Atlético Tucumán (jugaron los suplentes), por lo cual llegó a la final ante Independiente del Valle con una inactividad de tres semanas. Encima minutos antes de jugar el partido en Paraguay, pisó una alcantarilla y se torció el tobillo.
En consecuencia, tuvo que jugar el partido más importante de su vida y de la historia de Colón infiltrado y no en las mejores condiciones. Su rendimiento fue muy pobre y encima falló un penal clave que selló la suerte del Sabalero en la Olla de Asunción. Minutos después en declaraciones a la prensa, puso en duda su continuidad en Colón.
Llegó el partido con Estudiantes en donde fue figura (dos goles y una asistencia) y la gente le tributó una ovación, pero nuevamente generó interrogantes sobre su futuro. Y desde ese momento ya nada fue lo mismo, jugó y mal en la derrota ante Vélez y Aldosivi. No viajó a Buenos Aires para el último partido con Arsenal (acusó una molestia).
Y en este 2020 fue titular con Central Córdoba y Banfield, en el este último cotejo mostró un nivel paupérrimo, pero además se lo notó a desgano. De hecho, un mal pase suyo originó la jugada que terminó en gol del Taladro. Pareció el click para que la gente le soltara la mano y hoy muchos pidan que ante Defensa y Justicia ocupe un lugar en el banco de relevos.
Pero más allá de lo futbolístico, molestó y mucho que a lo largo de este receso, el Pulga coqueteara con otros equipos, como por ejemplo Atlético Tucumán y Gimnasia. Cada vez que habló dudó en confirmar su continuidad y manifestó estar abierto a escuchar otras propuestas.
Finalmente se hizo presente para comenzar la pretemporada y Diego Osella lo confirmó como titular en los dos primeros encuentros, pero su presencia pasó inadvertida. Así las cosas, nadie puede asegurar que el Pulga esté desde el arranque frente a Defensa y Justicia y más teniendo en cuenta que el DT cuenta con recambio en ataque (Viatri y Fernández).
Claramente la relación y el idilio entre Colón y el Pulga fue de mayor a menor, al punto tal de pasar de ser ídolo a convertirse en un jugador cuestionado y al cual el hincha lo puso bajo la lupa. Para que eso suceda, mucho tuvo que ver la postura del delantero que pareció quedarse sin energía luego del 9 de noviembre.