El equipo regresó a los entrenamientos este domingo y tendrá como mínimo un cambio obligado para recibir al Xeneize.
Se esfumará este lunes el antepenúltimo capítulo de la Superliga, con Colón
en zona de descenso desde la fecha 20 y esperando por el resultado de Unión-Central Córdoba.
Además de no ayudarse a sí mismo con resultados favorables, el equipo rojinegro tuvo resultados adversos de los que pelean por zafar de la zona roja: ganaron Gimnasia y Aldosivi, en tanto empató Patronato.
Lo que pasó el sábado en Rosario es historia y lo único que queda para Diego Osella y su grupo de jugadores es comenzar a pensar en el último partido como local de la Superliga 2019-20.
Recordemos que el equipo de Miguel Russo debutará el martes 3 de marzo ante Caracas FC en condición de visitante, por lo que solicitó en su momento adelantar el compromiso por la 22ª jornada del certamen local. Entonces, Superliga programó para el viernes 28 de febrero, a las 21.10, el duelo en el Brigadier López.
Mientras la dirigencia boquense buscaría incluso adelantar el horario de inicio y se habla de una tribuna para el equipo de Miguel Russo, luego del regreso a los entrenamientos, el cuerpo técnico rojinegro diagramó el resto de la semana corta antes de una nueva presentación en casa.
En este caso no habrá doble turno desde el lunes hasta el jueves, cuando después del último ensayo los jugadores que designe Diego Osella quedarán concentrados en el Hotel de Campo. Asimismo, el horario de las 8.15 es el estipulado para dar comienzo a los trabajos.
Si bien es muy pronto comenzar a pensar en un once inicial, hay algunos datos a tener en cuenta: puede regresar Alex Vigodespués de su ausencia con Newell’s, en tanto quedará al margen el expulsado Rodrigo Aliendro. Además, el cuerpo técnico evaluará las recuperaciones de Galván y Bernardi para saber si podrá o no contarlos el viernes.