Hace algunos meses la dirigencia quería despedir a Lavallén y Ferraro lo sostuvo, ahora sucede lo mismo con Osella.
Luego de la derrota de Colón ante Huracán por la 2ª fecha de la Superliga, la dirigencia encabezada por José Vignatti había decidido despedir a Pablo Lavallén, pero fue el secretario técnico Francisco Ferraro el que les pidió mantenerlo en el cargo. Y unas semanas después cuando el equipo perdió con Independiente la postura era la misma, pero nuevamente fue Pancho el que impidió que lo echen.
Lo cierto era que Vignatti no quería la continuidad de Lavallén pero los resultados en la Copa Sudamericana lo fueron manteniendo, una vez que Colón perdió la final era cuestión de días para que el técnico se fuera. Y sucedió luego de la derrota con Aldosivi, menos de un mes después de la final en Paraguay.
Se buscaron varios técnicos, pero nadie quiso venir y por ello terminó siendo Diego Osella el DT del plantel sabalero. Pero los resultados no fueron los esperados, hoy Colón está en zona de descenso y en este 2020 obtuvo dos puntos sobre 18 en juego con dos empates y cuatro derrotas.
Por ello, luego de la derrota ante Boca, Vignatti y el resto de los dirigentes coincidieron en que era un ciclo terminado, sin embargo el sábado Ferraro públicamente respaldó a Osella. Se repetía la película de unos meses antes, es decir los dirigentes queriendo despedir al entrenador y el secretario técnico respaldándolos.
Llama la atención la falta de coincidencia entre los dirigentes y Ferraro en un tema tan sensible y que se repite en poco tiempo, por ese motivo es que en los últimos días también se especuló con la posibilidad de que Pancho no siga en el club. Está claro que Osella como antes Lavallén siguen por conveniencia y no por convicción.
En este caso, llamaron a varios entrenadores, pero ninguno respondió de manera afirmativa, quedaron descartados Eduardo Domínguez y Jorge Almirón. Y a Pedro Troglio lo seduce la chance de dirigir a Colón, pero no se puede hacer cargo en lo inmediato porque está trabajando en Honduras.
Por ese motivo es que aún Osella es el técnico de Colón, por descarte y no convicción. Una situación peligrosa y que tiene malos antecedentes como el caso Lavallén. Está claro que el partido del domingo ante Talleres, un mal resultado terminará con el ciclo de Osella, en cambio si empata o gana seguirá al frente del equipo.
Pero sin dudas que es una situación anómala que lejos está de generar certidumbre y tranquilidad para el cuerpo técnico y el plantel. Los jugadores bancan a Osella y ese es otro dato a favor. Pero con eso no alcanza, sino está el respaldo de los dirigentes que en definitiva son los que bajan el martillo.