Este martes los jugadores de Unión practicaron por última vez antes de regresar cada uno a sus domicilios
Lo que era un secreto a voces se terminó de confirmar este martes, a partir de las declaraciones de Sergio Marchi, secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados.
La suspensión del fútbol, al menos hasta el 31 de marzo, obliga a cada plantel a rediagramar las tareas, pues también la suspensión engloba a los entrenamientos de cada uno de los clubes.
De hecho, mientras se esperaba esta decisión a nivel gubernamental, el plantel de Unión trabajó por la mañana en Casasol, a las órdenes de Marcelo Mosset, el entrenador interino, tras la partida de Leonardo Madelón.
Este paréntesis obligatorio para la expansión de la pandemia de coronavirus, para los futbolistas rojiblancos comenzó pasado el mediodía, cuando fueron desobligados, en principio hasta el 1 de abril.
Desde el cuerpo médico, conjuntamente con los preparadores físicos, se elevó a cada jugador un plan de trabajo para intentar cumplirlo, en la manera de las posibilidades.
Los jugadores de Unión se llevaron un plan de trabajo individual.
Por ejemplo, y de acuerdo a lo mencionado públicamente en sus redes sociales, Unión avaló que esa tarea individual en todo momento contará con el aval, seguimiento y coordinación de todas las personas que trabajan junto al plantel profesional.
Como venían manejando también los dirigentes, independientemente de esta situación que escapa a la voluntad de ellos, también puede abrir días en el horizonte que servirán para no apurarse en pos de encontrar quién vendrá a Santa Fe a ponerse el buzo por Madelón.
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