El ex-técnico de la Reserva habló sobre su salida del club ahora que ya no está Madelón, pero además recordó a su amigo Hernán Solari quien falleció hace 27 años después de marcar un gol en el Clásico.
En junio del año pasado, la dirigencia rojiblanca decidió no renovarle el contrato a Eduardo Magnín quien en ese entonces era el técnico de la Reserva. Una vez conocida su salida, le apuntó con dureza a Leonardo Madelón por considerarlo el responsable de su ida del club.
En aquel momento Magnín tiró: «Es insólito la manera en que se maneja: cualquier pastito que crece a su alrededor lo fumiga. No voy a hacer cargo a nadie de lo que estoy diciendo, pero es hora de que se le saque la careta a este payaso. Evidentemente los que trabajamos para Unión a Madelón le molestamos».
Y agregó: «En algún lugar me lo voy a cruzar. Habrá visto una sombra muy grande donde trabajamos nosotros. Evidentemente hace dos años y medio que nos quiere limpiar y me viene tirando baldes de mierda. Quiero saber bien clarito cuál es el problema».
Casi un año después, Magnín dialogó con Radio Gol 96.7 y consultado sobre este tema expresó: «No guardo rencor, Unión me dio todo y soy un agradecido. Que yo hoy no esté en Unión no fue por decisión de los dirigentes, fue puntualmente por otra cuestión que la hablé en su momento y lo hice desde el enojo y el dolor».
Y siguió: «Yo dije cómo fueron las cosas y las vuelvo a repetir una y un millón de veces más, casualmente esta semana hablaba con una persona y le decía que nunca estuve enojado, sí tuve bronca y dolor, pero ahora desde la tranquilidad sigo pensando y afirmando las cosas que dije en su momento. No fue algo que yo inventé o que hablé desde el rencor. Por lo cual me queda la tranquilidad de haber dicho la verdad de cómo fueron las cosas».
Pero además en la charla, se recordó el fallecimiento de Hernán René Solari quien hace 27 años perdió la vida en un accidente automovilístico. El Indiecito marcó un gol en el Clásico que se disputó el 27 de marzo de 1993 y que finalizó 1-1 y en la madrugada del 28 viajando a su pueblo natal (Ingeniero Chanourdie) se encontró con la muerte.
Magnín muy amigo de Solari lo recordó: «Era un pibe humilde, solidario, un fuera de serie, cada vez que llega el aniversario de su fallecimiento me genera incredulidad. Hernán no era un amigo, era un hermano, tuve la suerte de compartir con su familia y con la mía, vivimos en la misma habitación tres o cuatro años. Para mí fue muy doloroso».
Y dijo: «Los que vivíamos en la casa con él, sabíamos lo que el Indio soñaba con jugar ese Clásico, él era muy familiar y le gustaba compartir sus alegrías con los más íntimos. Por eso más allá de que intentamos convencerlo que se quede después del partido, decidió viajar ir a su pueblo natal».