El 18 de mayo de 2014, Colón superaba 2-1 de manera agónica a Olimpo en Santa Fe, para forzar un desempate por la permanencia frente a Atlético de Rafaela.
El 18 de mayo de 2014 Colón llegaba con la soga al cuello, como estuvo todo ese semestre donde peleó, hizo un gran torneo, pero no le sirvió para perder la categoría.
Era la última jornada del Torneo Final y el equipo comandado por Diego Osella reunía 27 unidades, en una campaña muy buena pero con un promedio flaco.
En el Julio Grondona, Arsenal se ponía al frente ante la Crema de Jorge Burruchaga, aunque a los 3′ del segundo tiempo, Juan Eluchans de tiro libre puso el empate transitoria.
A la par en Santa Fe, Sarulyte enmudeció a los hinchas al poner 1-0 a Olimpo y decretando el descenso en ese momento de Colón. Lo que llegaría después sería puro nervio, adrenalina y emoción.
Corrían 25′ cuando de penal, Darío Gandín empataba 1-1, con lo cual se mantenía la chance de jugar un desempate frente a los rafaelinos. Pero ya en tiempo de descuento llegarían dos goles que paralizaron los corazones de todos.
En Sarandí, Lucas Albertengo ponía el 2-1 para Rafaela sobre Arsenal y nuevamente condenaba a los santafesinos a la B Nacional. Pero a los 48′ en el Brigadier López, en una sucesión de rebotes, Lucas Alario conseguía destrabar el resultado para hacer estallar el Cementerio de Elefantes y forzar el desempate.
Colón aquella tarde formó con Montoya; Castillo, Conti, Landa y Bíttolo; Graciani, Meli, Videla, Fernández; Luque y Alario.
Más allá del desenlace días después en el Gigande Arroyito, ese triunfo sobre Olimpo del que se celebran este lunes 6 años, quedó marcado a fuego por los siglos de los siglos en el pueblo rojinegro.