El defensor Emmanuel Olivera volvió a repasar algunos puntos de aquella final de la Copa Sudamericana, donde no pudieron cumplir el objetivo deseado
Emmanuel Olivera, como varios jugadores de Colón, fue sorprendido en Santa Fe por la cuarentena y decidió quedarse, en este caso junto a su familia, para seguir entrenando y aguardar el inicio de los entrenamientos.
El defensor charló con radio Gol 96.7 de distintos puntos, entre ellos obviamente volvió a repasar la final de la Copa Sudamericana.
En el inicio reconoció que “es la primera vez que me pasa esto, pero teniendo paciencia y esperando que pase lo más rápido posible. Después del partido con Central me agarró todo en Santa Fe y preferí quedarme con mi familia para estar más tranquilo”.
Más adelante, sostuvo que “soy uno de los más viejos en el club, hacía mucho tiempo que no tenía continuidad, la tuve en su momento en Vélez. Después quedé libre y hace cuatro años que estoy en Colón. Rescato lo positivo, tuve una lesión que me paró mucho, me costó volver, tuve que pelear el puesto con el Flaco Conti y Guillermo Ortiz. A veces ni siquiera estuve entre los 18. Pero siempre siendo positivo y entrenando al máximo para esperar mi oportunidad”.
Si bien no se logró el objetivo de sumar la primera estrella, Olivera consideró que “se hizo un buen papel en copas internacionales, con mucho esfuerzo se llegó a jugar una final. El hecho de no poder ganarla hizo difícil la vuelta a la Superliga, estábamos muy golpeados, es normal. Le debe pasar a muchos equipos, pero siempre tratando de dejar todo, hoy estamos en un parate que ojalá se termine rápido”.
Cuando Olivera debió opinar respecto a las consecuencias que trajo en el plantel el hecho de perder la final con Independiente del Valle, no dudó en afirmar que “si ganábamos entrábamos en la historia del club, lo merecíamos por todo el sacrificio que hicimos, con tanta gente que nos fue a apoyar, el hincha es fiel y se merecía también una alegría. En la Superliga nos caímos de la cabeza por esa situación, por suerte le habíamos ganado a Central con un nuevo entrenador, salimos con ese triunfo del descenso y esperábamos de otra manera ese torneo”.
Muchos compañeros jamás pudieron entender cómo Colón tenía una cara y buenos rendimientos en la Sudamericana, pero esos mismos jugadores no podían rendir a nivel local. En este sentido apuntó que “lo hablé con un amigo la semana pasada. Nos sentíamos bien en copas internacionales, jugar la Sudamericana a uno le daba más energía, es otra concentración y otra manera de tomar esa ilusión internacional, en el torneo local no pudimos ser más fuertes para estar más arriba. En Copas se juegan dos partidos y te obliga a estar muy concentrado, no relajarte, porque sino te quedás afuera”.
El defensor rojinegro despejó todo tipo de malestar a nivel grupal, al expresar que “siempre hubo un buen grupo. No se nos dieron los resultados. Fuimos positivos cuando hacíamos las cosas bien y cuando no salían. Nos merecíamos una alegría, con lo que le pasó en su momento a Leo Burián y después a Pulga, estuvimos siempre unidos, ellos tuvieron nuestro apoyo. La gente que fue a Paraguay fue increíble. Yo tuve a mis padres, hermano, suegros. No se le borra a nadie, cada vez que se acuerdan se emocionan, después fue una semana muy dura para mí y toda la familia, son cosas del fútbol y vamos a tener revancha”.
En lo que fue decididamente aquel partido contra los ecuatorianos, Olivera disparó: “Eran un equipo fuerte y con una idea muy clara de juego, arrancamos mejor que ellos, después la lluvia nos complicó. Todos ilusionados nos fuimos a buscar ese empate que nunca llegó. No se dio pero estoy convencido que vamos a tener una revancha, estando yo o no acá, Colón va a tener una revancha”.
Hace pocos días, Olivera participó junto a varios compañeros de una olla popular en Santa Rosa de Lima. Al respecto dijo que “me llamó Gastón Díaz, me preguntó por la idea, hay gente que lo necesitaba y la pasa mal en Santa Fe. Cada chico colaboró con mercadería, cosas que servían y se dio así. Salió por suerte todo muy lindo, para mí es impagable que se vayan felices con un plato de comida”.
Y luego, acotó: “El fútbol me dio muchas alegrías en lo económico porque pude ayudar a mi familia por ejemplo a ponerle el piso en la casa de mis viejos. Uno sueña de chico con ayudarlos, la pasamos mal muchas veces y había noches que teníamos para tomar mate cocido. Me pone muy feliz poder retribuirles a ellos todo lo que me dieron. Te quita el fútbol por allí tiempo con los tuyos, hace mucho tiempo por ejemplo que nos los veo, en su momento falleció mi abuela estando en Corrientes. Esas cosas duelen y por ahí la gente no las sabe”.
Antes de despedirse le dejó un humilde consejo a los chicos que recién arrancan y tienen el sueño de llegar lejos con el fútbol: “Uno siempre trata de decirle lo básico, mi viejo me decía que me cuide, que no salga antes de los partidos y me acueste temprano. Son cosas simples del cuidado personal. Es fundamental el descanso, si te gusta salir hay que bancársela y descansar, si quieren llegar lejos hay que hacer una buena vida”.