Pese a que había convertido el gol que le vaiió a la Argentina la clasificación a México, el actual DT de Perú no fue convocado para el Mundial. «Nunca pedí una explicación y Bilardo tampoco me la dio», reconoce RIcardo Gareca en charla con Télam.
Por José Pommarés
El hoy director técnico del seleccionado de Perú, Ricardo Gareca, reconoció que no guarda «ningún rencor» con Carlos Bilardo, el DT que no lo incluyó en la nómina del plantel campeón del mundo, pese a marcar el gol decisivo de la clasificación hacia la cita ecuménica.
A exactos 35 años de la obtención de un angustioso pasaporte hacia México ’86, casualmente en un empate 2-2 con Perú, en la cancha de River, el otrora goleador confesó «no sentir ningún rencor» con el entonces técnico albiceleste que, a su juicio, «tomó simplemente una decisión de entrenador».
«Me enteré de que no estaba en la lista del Mundial por los diarios. No tuve ninguna charla con (Carlos) Bilardo, ni telefónica ni personalmente», contó el bonaerense, de 62 años y oriundo de la barriada de Tapiales.
«Nunca pedí una explicación y Bilardo tampoco me la dio. Con el correr de los años me lo encontré en varias ocasiones a Carlos y todo fue muy cordial. Nuestra relación no se vio afectada», describió Gareca en charla con la Agencia de Noticias Télam.
«Al técnico (Bilardo) le tocó tomar una decisión muy difícil como en alguna oportunidad tuve que asumir ese tipo de medidas en mi carrera como DT», entendió el también ex estratega de Vélez Sarsfield (semifinalista de Copa Libertadores en la edición 2011).
El recuerdo de aquel gol
Durante la tarde nublada del 30 de junio de 1985, en el estadio Monumental, Gareca vivió una de sus máximas alegrías como futbolista.
El entonces atacante de River había ingresado por Julián Camino en el segundo período, cuando Perú se imponía por 2-1 y eliminaba a un combinado albiceleste en el que revistaba Diego Maradona, celosamente marcado por Luis Reyna.
A 10 minutos del final, un centro pasado del lateral izquierdo Oscar Garré fue bajado con el pecho por el capitán Daniel Passarella.El dos veces campeón mundial (Argentina ’78 y México ’86) despachó un remate violento y cruzado que se estrelló en el palo y recorrió la línea de sentencia. Gareca apareció para empujar el balón y desatar el delirio en el público local.
«Como siempre fui a buscar el centro o un rebote o lo que sea» rememoró Gareca, que tocó la pelota una vez que el arquero peruano Eusebio Acasuzo había quedado fuera de acción.
«Me colgué de la red de cara a la tribuna. Pasaron mil imágenes por mi cabeza, mi memoria. La emoción de ese momento aún no me permiten ordenarlas», analizó el hombre que diseñó sus primeros garabatos futbolísticos en el club del barrio: Juvencia.
Ya en tiempos de inferiores,el rubio delantero se probó en Boca Juniors y cumplió «el sueño del pibe, como en el tango, cuando llegó la citación para jugar en Primera», evocó. Ese encuentro se dio el 20 de setiembre de 1978, en ocasión de un cotejo que el equipo del DT Juan Carlos Lorenzo le ganó por 1-0 a Rosario Central, en Arroyito.
Meses antes de la disputa del Mundial México ’86, Gareca integró un núcleo de jugadores como Ubaldo Fillol, Enzo Trossero o Miguel Ángel Russo, que tuvieron activa participación durante esas eliminatorias sudamericanas, pero que se quedaron de a pie en la lista mundialista.
«Al principio fue triste y decepcionante, pero después entendí que se trató de una decisión de entrenador» insistió Gareca, que advirtió que el ciudadano peruano «me recuerda hoy» ese tanto convertido.
«Es que ese gol significó para ellos el pase a un repechaje en el que perdieron con Chile (2-4 y 0-1). Es una fecha muy significativa» evocó el DT que permitió el retorno de Perú a una cita mundialista, luego de alcanzar el pasaporte a Rusia 2018, al eliminar a Nueva Zelanda (0-0 y 2-0).