El 9 de noviembre de 2019 quedará grabado a fuego en la historia de Colón, debido a que estuvo ese día ante la posibilidad más concreta de conquistar su primera estrella. Sin embargo, perdió ante Independiente del Valle por 3-1 en la final de la Copa Sudamericana, que tuvo el ingrediente de una invitación que se recordará por siempre de más de 40.000 fanáticos sabaleros a La Nueva Olla de Asunción del Paraguay.
De hecho, esa movida del pueblo sabalero se convirtió en la más importante en la historia de las competencias en Sudamérica, lo que habla a las claras de lo conseguido en dicho cotejo, donde Colón estuvo a 90 minutos de conquistar la Copa Sudamericana.
Después del show que incluyó mini recital de Los Palmeras en La Nueva Olla, con el emblemático Yo soy Sabalero que se viralizó en las redes sociales a través de todo el mundo, el juego arrancó junto con el diluvio. Los primeros minutos transcurrieron con normalidad, pero cuando la cancha ya empezaba a inundarse llegó el primero de los ecuatorianos de la mano de Luis Fernando Leon, con un cabezazo que se le metió a Leonardo Burián a los 25 minutos del primer tiempo. Cinco después, no dio para más: el árbitro brasileño Raphael Claus paró el encuentro y mandó a los equipos a esperar a los vestuarios.
La lluvia nunca cesó en La Nueva Olla, pero en poco más de media hora se hizo un prolijo trabajo para drenar el campo de juego y, mientras el público se refugiaba como podía, se reanudó la historia con 30 minutos disputados. Solamente 10 después, Jhon Sánchez definió una buena jugada colectiva y amplió la ventaja.
Después, dentro de la desesperación, Colón no logró generar oportunidades claras más allá de un disparo de Wilson Morelo. Recién a los 10 del complemento Claus cobró un penal inexistente que no corrigió ni con el VAR y todo parecía favorable para que se dé el descuento, pero Jorge Pinos contuvo el disparo de Luis Miguel Rodríguez y aplacó las esperanzas de los 35 mil rojinegros en La Nueva Olla.
Sin embargo, a los 43 revivió la ilusión santafesina. El ingresado Jorge Ortega cabeceó en el área y por izquierda ingresó Emmanuel Olivera para meter un sablazo con la pierna en alto y descontar el pleito.
Lógicamente, los de Pablo Lavallén vieron el momento propicio para ir por todo o nada, se jugaron al ataque y le pusieron incertidumbre al trámite, aunque les faltara ímpetu en los últimos metros. Cuando el árbitro adicionó seis minutos y luego otro extra se ilusionaron aún más, aunque finalmente, a los 50, se cristalizó el riesgo que conlleva: de contra, los tomaron mal parados y Cristian Dajome terminó definiendo con el arco vacío para finiquitar el pleito.
Colón se quedó así sin el premio que tanto anhelaba, aunque con el tiempo, seguramente, valorará el gran certamen que lo hizo meterse en las primeras páginas del fútbol continental. Sin embargo, será recordada por siempre la movilización de más de 40.000 fanáticos a La Nueva Olla, y un show histórico de Los Palmeras que quedarán grabados a fuego en el corazón del hincha rojinegro.