El mejor resultado histórico de esta disciplina lo obtuvo Liu Song cuando se consagró campeón Panamericano en Guadalajara 2011; en los Juegos Olímpicos ningún representante «albiceleste» pudo acceder a la fase final de la competencia.

Asumida la casi nula posibilidad de lograr un podio, el tenis de mesa argentino regresará al plano olímpico en los Juegos de Tokio 2020 con la expectativa de crecimiento de sus dos singlistas: el joven Horacio Cifuentes y el experimentado Gastón Alto.

La clasificación de ambos, alcanzada en abril pasado durante el Preolímpico de Rosario, representa un logro en si mismo para un deporte que había estado ausente en la edición de Río de Janeiro hace cinco años.

Para reparar esa situación, la Federación Argentina de Tenis de Mesa (FATM) concentró todos sus recursos en la preparación de sus atletas en Europa y se aseguró la presencia de dos jugadores en el cuadro individual, pico histórico de participación que ya se había registrado en otras dos oportunidades.

Liu Song y Pablo Tabachnik representaron al país en Atenas 2004 y Beijing 2008. En Seúl ’88, Hae Ja Kim compitió en el cuadro femenino y Martín Paredela integró la delegación pero finalmente no participó.

Cifuentes, de 23 años, número 75 del ranking de la Federación Internacional (ITTF), se entrenó toda la temporada pasado en un centro de alto rendimiento en Oporto, Portugal, y compitió para el club Amiens en la Liga Pro B de Francia.

Alto (35), ubicado en el puesto 98 del escalafón mundial, concentró su preparación en Múnich y compitió en torneos regionales de Alemania.

En los Juegos Panamericanos Lima 2019, Cifuentes y Alto sumaron dos medallas de plata en el dobles masculino y la competencia por equipos.

El tenis de mesa es una disciplina históricamente dominada por los asiáticos: entre China y Corea del Sur ganaron 71 de las 100 medallas puestas en juego en todas las especialidades desde el ingreso al calendario olímpico en 1988.

En Argentina, el circuito nacional de la FATM cuenta con 1.000 jugadores federados, pero fuera de ese ámbito, otros 20.000 aficionados practican tenis de mesa en ligas provinciales.

El mejor resultado histórico del tenis de mesa argentino lo obtuvo Liu Song cuando se consagró campeón Panamericano en Guadalajara 2011; en los Juegos Olímpicos ningún representante «albiceleste» pudo acceder a la fase final de la competencia.