En el certamen europeo de la especialidad, las jugadoras no querían usar la vestimenta tradicional, pidieron autorización pero la misma fue negada. Con el respaldo de su federación, pagaron la multa y salieron a jugar con mallas largas.
La Selección femenina de Noruega de handball playa tomó una decisión importante: no utilizar más bikinis para competir porque se sentían sexualizadas.
Pidieron autorización a la Federación Europea de la disciplina (EHF), pero esta no se las dio. La actual normativa obliga a las jugadoras a utilizar bikini y que la parte de abajo «no tenga más de diez centímetros en los laterales».
Entonces, las mujeres decidieron igualmente cambiarse de ropa ya que no se sentían cómodas. En el partido por el tercer puesto de la competición europea, ante España, las jugadoras noruegas salieron a la cancha con mallas largas. Sin autorización, el comité de disciplina las multó con 150 euros a cada jugadora por llevar «ropa inadecuada».
Por suerte, las chicas tuvieron el respaldo de la Federación Noruega:»Estamos muy orgullosos de estas chicas que durante el campeonato de Europa levantaron la voz y dijeron basta. Las respaldamos y apoyamos y juntos lucharemos por cambiar las reglas de la indumentaria». En el comunicado que sacó también habló de «libre elección dentro de un marco estandarizado» y que lo fundamental es que las deportistas «se sientan cómodas».
Antes del torneo, Noruega solicitó la autorización para jugar con «shorts» pero como la entidad no la dio, la Federación avisó que se haría cargo de la multa.
El absurdo comunicado de la EFH
«La Comisión Disciplinaria del Campeonato de Europa de balonmano playa 2021 trató un asunto de vestimenta inadecuada. En el partido por la medalla de bronce contra España, el equipo de Noruega jugó con pantalones cortos que no están autorizados por el Reglamento del Uniforme de Atleta definido en las reglas de Balonmano playa de la EHF. La Comisión disciplinaria decidió imponer una multa de 150 euros por jugadora, es decir, un total de 1.500».