Argentinos Juniors se despegó y Belgrano lo superó. Las noticias del viernes no fueron alentadoras para Unión. Ya sus acciones en la tabla de posiciones de la Superliga se empezaron a caer después de esta seguidilla de tres partidos sin victorias, con apenas dos puntos de cosecha sobre los 9 en disputa. Fueron los tres partidos que, a priori, parecían accesibles para el logro de puntos que pudieren resultar claves para la clasificación. Sobre todo los dos encuentros como locales ante San Martín de San Juan y Tigre, en los que sólo se sumó de a uno. Y también los arbitrajes, que evidentemente resultaron perjudiciales y que hasta fueron reconocidos, de tal manera, por el mandamás de la Escuela, Horacio Elizondo.
Pero hay que hacer borrón y cuenta nueva urgente porque Unión está ante una alternativa histórica. La clasificación para la Sudamericana depende de sí mismo. Pero ha quedado en el límite. Y justamente se va a enfrentar contra un equipo que está en condiciones de alcanzar esa línea de 36 puntos que hoy tiene Unión.
Es verdad que el objetivo inicial fue el de sumar para escapar de la zona peligrosa de los promedios. Pero como dice el refrán, “ya que estamos en el baile, bailemos”. Y eso fue lo que ocurrió con Unión. Si el equipo llegó adónde llegó, fue por mérito propio y porque superó esas expectativas iniciales.
El funcionamiento se fue aceitando en todos los sectores de la cancha. Un buen rendimiento defensivo a partir de un trabajo bien complementado de los dos centrales; mucha peligrosidad y entendimiento entre los dos de arriba y un mediocampo que combinó buen fútbol —cuando la pelota pasa por Acevedo— y una gran dinámica y aparición por sorpresa de los cuatro ocupantes de ese sector.
Quizás, el defecto de este equipo haya sido el de no haber podido pegar el gran salto en estos últimos dos partidos que jugó como local, ante equipos que, a priori, parecían de menores recursos futboleros. Y esos cuatro puntos que hoy se extrañan y se lamentan, se escaparon justamente en los minutos finales de ambos partidos, cuando todo parecía indicar que la victoria quedaba en casa, justamente en un reducto —el 15 de Abril— en el que Unión se hizo muy fuerte y marcha invicto.
Está apretadita la tabla, se metió River en la conversación por las copas, acecha Defensa y Justicia, no pudo dar el golpe Estudiantes pero está en condiciones de hacerlo Colón, que tiene dos puntos menos que el Tate pero un partido menos (o 68 minutos que se completarán el 10 de mayo ante Vélez).
La buena noticia de la semana fue la confirmación de la sanción por una fecha a Yeimar Gómez Andrade en una efectiva defensa que realizó la dirigencia, con Marcelo Martín a la cabeza, en Buenos Aires. Pero la realidad indica que Gamba —que igualmente viajó— no está todavía en las mejores condiciones y que Acevedo planteaba dudas respecto de su presencia en el equipo.
Por eso, además de marcar el regreso a la titularidad de Gómez Andrade, ya Madelón tomó la determinación de que juegue el Droopy Gómez desde el arranque, oportunidad que seguramente el santafesino no sólo está esperando sino que no tiene que dejar pasar, para “obligar” al entrenador a tenerlo en cuenta en estos partidos finales y decisivos.
Si Acevedo no está en las mejores condiciones, hay un reemplazante natural que no tuvo chances de ser titular en este torneo: Julián Vitale. Es que, en realidad, Unión ha sido un equipo que modificó muy poco, no sólo su estructura táctica sino también la de nombres. Por ello, hay varios jugadores que no tuvieron la continuidad necesaria sólo por el simple hecho de que quienes ocupaban su lugar como titulares, respondían muy bien. Así pasó con Balbi, que ahora tiene la posibilidad de terminar el torneo como titular porque Bruno Pittón fue operado y le dijo adiós a la Superliga hasta su próxima edición.
Quedan cuatro partidos. Unión tendrá que visitar a Atlético este domingo y a Boca, que quizás todavíadeba sumar algún punto para coronarse campeón. De local en el 15 de Abril, los dos que llegarán son rivales que están peleando su permanencia en la clasificación para la Copa Libertadores: Talleres (que ahora se cayó pero que hasta llegó a pelear arriba) e Independiente. Cuatro partidos complicados, en los cuáles habrá que intentar sumar en todos. Y si es posible, ganando.