El entrenador no se encuentra en el país y es inminente un encuentro de Spahn con su representante para negociar un nuevo contrato. El arranque no es fácil. De todos modos, la realidad es que Unión quiere retenerlo y que Madelón también desea continuar en el club y dirigir al equipo en la Sudamericana.
Es así, por más que a la gente de Unión no le caiga bien este título. Después, el fútbol es muy activo, muy dinámico y, por ende, muy cambiante también. Pueden pasar muchas cosas. Correr mucha agua bajo el puente, como se dice habitualmente en este tipo de situaciones. Y lo que hoy aparece como una situación difícil, el devenir de una negociación que todavía no avanzó, puede allanar el camino de un futuro arreglo.
Leonardo Madelón volvió a Unión el 10 de julio del año pasado con un contrato de un año que está expirando. A ese vínculo se lo debe renovar. ¿Qué es lo concreto hasta este momento?, que los dirigentes de Unión pretenden la continuidad del técnico y que Madelón sabe que tiene el camino absolutamente liberado para continuar en el cargo.
Su equipo rindió, el año futbolístico fue muy bueno y el resultado arrojó una histórica clasificación para la Copa Sudamericana. La realidad es que todo esto hizo que ahora se partiera de una base en la que habrá que trabajar bastante para acercar a las partes.
Spahn señaló que estaba esperando el regreso al país de Bragarnik. Esto ya se produjo y es inminente, en consecuencia, el encuentro entre el presidente y el representante de Madelón.
A propósito del entrenador, en este momento se encuentra de viaje por Colombia, aunque se estima que regresará en los próximos días. Por lo pronto, el plantel ha sido citado para retornar al entrenamiento el 13 de junio.
“Esto será muy largo, pero hay temas que se deben resolver con urgencia”, señalan en Unión. El receso se hará largo por el Mundial, ya que Superliga resolvió que el torneo que viene arranque el 10 de agosto. O sea que habrá dos meses de trabajo, con algo de competencia intermedia: Copa Santa Fe.
En el armado del plantel, hay varios temas que merecen especial atención. Uno de ellos es el de Yeimar Gómez Andrade, a quién Unión tiene pensado adquirirle la opción y quedarse con el pase del futbolista por tres años más. Si esto se concreta —es una de las prioridades— ya hay que hacer un desembolso estimado en unos 250.000 dólares aproximadamente.
A esto hay que sumarle algunos otros temas de urgente resolución también, como el de Nelson Acevedo. La situación del volante central es la siguiente: lleva dos años de préstamo en Unión y no hay opción. Por ende, el club tiene que sentarse a negociar con Racing. El jugador pertenece a la “escudería Bragarnik”. Por lo tanto, Unión tiene que ver en primera instancia, si Coudet lo quiere para sumarlo al plantel. Y después, la negociación con Racing. Hoy por hoy, la continuidad del “5” en Unión está sumamente complicada.
Por un camino paralelo, está lo de Mauricio Martínez con Rosario Central. En el contrato de venta del jugador, se estipuló que Unión se quedaba con un porcentaje del pase en el caso de una venta y que si no se realizaba en el transcurso de dos años, los rosarinos debían adquirir esa otra parte en 1.000.000 de dólares. Esto debería pagarse en septiembre, motivo por el cual allí el club recibiría un flujo importante de dinero.
¿Alcanza?, seguro que no. Por eso, Unión tiene las antenas bien paradas para que llegue algún ofrecimiento por Soldano. “En concreto, de manera oficial, no hay absolutamente nada”, confió una fuente bien informada a El Litoral. Los dirigentes creen que el propio representante del jugador podría acercar una buena propuesta por el 80 por ciento que Unión posee del delantero.
Internamente, en Unión creen que éste es el momento de transferir a Soldano. Jugó todos los partidos de la Superliga, hizo 11 goles y varios de ellos fueron muy importantes, como el de la gran victoria ante Independiente, que no sólo le dio la clasificación a Unión para la Sudamericana sino que lo dejó a Independiente sin Libertadores para el año que viene.
Por lo bajo, la pretensión de la dirigencia es un ingreso de 5 millones de dólares, lo cual no deja de ser algo complicado. ¿Llegará una oferta de esa naturaleza?, quién sabe. Siempre que ocurren estas cosas, se dice que el jugador no vale por lo que se cotiza sino por lo que ofrecen. Salvo que se haya definido una cláusula de rescisión, cosa que la dirigencia de Unión no hizo con Soldano.
A la hora de generar recursos y de prever gastos, no hay que olvidarse de algunos detalles, como que Unión está debiendo algún pago por la compra de la mitad del pase de Diego Zabala, por ejemplo.
La idea es mantener al técnico y la base del plantel. Pero si se va Soldano —algo que muchos consideran necesario para oxigenar la tesorería— y con un panorama complicadísimo en cuanto a la continuidad de Gamba, ya hay que pensar en sumar delanteros. “Necesitamos 3 ó 4 puntas y un marcador central además del arreglo con Gómez Andrade”, puede ser el pensamiento de algunos dirigentes. Y habrá que ver lo que sucede con un Acevedo de muy dudosa continuidad en la institución.
Otro tema a resolver es el de Martínez, con el cual hay que negociar un nuevo préstamo. Después, tanto Balbi como Vitale deberán retornar porque sus contratos vencen el 30 de junio, pero no se sabe con certeza si continuarán en el club. Caso distinto es el de Franco Fragapane, con contrato vigente hasta el 30 de junio del año que viene y con una realidad futbolística diferente a la de los otros dos, pues se ganó la titularidad apenas arrancó la Superliga y no largó el puesto hasta el final.
Más allá de eso, hay que definir algunas otras cuestiones. La primera es el reemplazante de Martín Cicotello, quien se va a Chile para integrar el cuerpo técnico de Darío Kudelka en la “U”. El otro, el de renovarle el contrato a Eduardo Magnín.
Este último aspecto no debería ser ni siquiera motivo de discusión. El trabajo de Magnín al frente del equipo de reserva ha sido muy bueno, más allá del resultado deportivo: estuvo peleando el título de campeón hasta la última fecha y algunas derrotas en forma consecutiva hicieron que el logro, finalmente, sea de Talleres.
En cuanto al sucesor de Cicotello, había surgido el nombre de Ariel Paolorrosi, aquel delantero apodado “Cachavacha”, que jugó en Newell’s y que luego tuvo un destacado paso por Lanús, dirigiendo a las divisiones inferiores y también como entrenador del seleccionado sub 20 de nuestro país. Fue uno de los que presentó proyecto el año pasado, cuando se hizo cargo Tapia de la conducción afista. Y fue uno de los nombres que se tiró sobre la mesa, pero aparentemente tendría acordada una relación laboral en Chile, por lo cual habría que ir descartándolo.
Lo bueno es que el tiempo sobra. Lo malo es que hay situaciones clave por resolver antes de la vuelta del equipo al trabajo, arrancando por lo del técnico. Y hoy hay algunas razones como para no ser tan optimista. Igualmente, el fútbol es muy dinámico y se sabe que lo que hoy es negro, mañana tranquilamente puede ser blanco. ¿O no?