El DT se fue en 2016 cuando le negaron los juveniles para Río 2016. El mismo problema que tiene Batista para armar la lista para los Panamericanos de Lima.
Tres años y dos días. En ese tiempo se construyó la Parábola Martino. Porque desde el día en el que el Tata decidió pegar el portazo de la Selección Argentina hasta el presente, los caminos de uno y otro fueron bien distintos.
En julio de 2016, después de caer en la final de la Copa América Centenario en Estados Unidos ante Chile por penales por segundo torneo consecutivo, el plan de Gerardo Martino seguía firme. Lógico: las Eliminatorias para el Mundial de Rusia eran el objetivo, la Selección había estado cerca del éxito, la base estaba sólida y en la cabeza del DT comenzaba la etapa de renovación con Juveniles. Ángel Correa, Leandro Paredes y Gio Lo Celso estaban anotados en un listado para el futuro. Pero.
El caos de AFA era absoluto. El presidente Luis Segura ya había sido destituido y la Comisión Normalizadora tomaría el control. En medio de eso, mil deudas y una Selección que disputaba un torneo en Estados Unidos teniendo que poner dinero de su bolsillo para la logística. En ese escenario, Claudio Chiqui Tapia ganó su lugar pegado a Martino, Messi y compañía.
El adiós de Martino, además de las deudas para él y su cuerpo técnico a la que los dirigentes de turno hacían oídos sordos, tuvo un detonante: ningún club le cedía futbolistas para los Juegos Olímpicos de Río 2016. No solo eso: ni un dirigente iniciaba gestiones acordes para pedir los permisos y aquellos a los que Tata les hablaba luego cambiaron de parecer. Se fue con 29 partidos dirigidos, 19 triunfos, 7 empates y 3 derrotas (66 goles a favor y 18 en contra).
El 5 de agosto, Edgardo Bauza se presentó como DT de la Selección Mayor con Armando Pérez como titular de la Comisión Normalizadora de AFA. Diez días más tarde, en los Juegos de Río, la Argentina de Julio Olarticoechea, que había quedado a cargo por ser el único entrenador con contrato, fue eliminada en la primera fase con un plantel que se conoció diez días antes de la competencia.
En septiembre de ese año, Bauza debutó con un triunfo ante Uruguay por 1 a 0. Luego empató con Venezuela y Perú, como visitante. Mientras tanto, Martino era presentado en el Atlanta United, una franquicia de la MLS que armó desde cero. No solo confeccionó el primer plantel: hizo todo. Desde recomendaciones en instalaciones hasta la búsqueda de un estilo. Un proyecto serio del Tata con Jorge Theiler a su lado, el hombre al que la AFA le había bajado el pulgar cuando el propio entrenador lo propuso para que se hiciera cargo de los Juveniles.
En marzo de 2017, Tapia asumió como presidente de la AFA y Martino debutó como entrenador de Atlanta United. Mientras tanto, las caídas con Paraguay, Brasil y Bolivia sentenciaron el destino de Bauza pese a las victorias con Colombia y Chile. En abril, la Selección Mayor volvió a quedarse sin técnico. En mayo, los Juveniles Sub 20 se quedaron afuera del Mundial de Hong Kong en primera fase con Claudio Úbeda como DT. Un dato al pasar: la AFA había pedido que se presentaran proyectos para concursar por el cargo. Hubo 44 carpetas, pero ninguna llevaba la firma del Mosquito, que terminó siendo el contratado.
En junio de 2017, Jorge Sampaoli tomó el buzo de técnico de la Selección Argentina en una contratación que hicieron Claudio Tapia y Daniel Angelici al frente de la AFA. Alejado de Ezeiza, en Atlanta ya se había impregnado el ADN del Tata: los 70 goles del Atlanta United en su primer año de vida hicieron un quiebre en la MLS. El fútbol-show del equipo contagió a una ciudad que empezó a colmar el Mercedes Benz Stadium al tiempo que batía fecha tras fecha récords de asistencia. Con angustia, en octubre, la Argentina se clasificó para el Mundial de Rusia con un 3 a 1 ante Ecuador.
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Lo que pasó en 2018 fue un presagio. El golpazo de la Argentina en el Mundial de Rusia, con un plantel algo desgastado y sin la renovación hecha a tiempo generó el caos de Bronnitsy, con un quiebre entre técnico y jugadores. Atlanta United, mientras tanto, marcaba la pauta en la MLS con Martino consolidado. En julio de ese año la Selección volvió a quedarse sin técnico. Cinco meses más tarde, Atlanta United se coronó campeón con apenas dos años de vida. Con el goleador del torneo y el arco menos vencido.
«Pienso que ha cambiado muy poco en la AFA y en la Selección. Hace un tiempo que vivimos de una manera extraña, con un nombre para DT un día y días más tarde hay otros; así estamos hace mucho tiempo», confesaba el Tata en tiempos de indefinición de AFA.
Un llamado de Tapia a Martino cruzó los caminos. Pero quedó en eso. Incluso con un contrato millonario para renovar por otros dos años en Atlanta United, el Tata escuchó al único dirigente de AFA que lo llamó. Agradeció el contacto pero rápido olfateó que no había cambiado demasiado desde entonces. Y mientras Lionel Scaloni fue ratificado como DT interino de Argentina, la Selección de México convenció a Martino para que se hiciera cargo del equipo en la búsqueda de su gran desafío: Qatar 2022.
«Este reto me encuentra con una gran madurez. Hay seriedad en el lugar, un respeto en la forma de contratación y hay futbolistas para hacer un buen trabajo. Eso me llevó a estar en México. Es difícil encontrar este tipo de proyectos con tanta seriedad en otras partes», dijo el Tata al asumir. Un mensaje entre líneas.
Scaloni comandó a la Argentina en la Copa América. Y si bien fue confirmado hasta diciembre, todavía quedan reuniones pendientes con César Menotti, un Director de Selecciones que avisó que su proyecto se iniciaba ahora pero que su continuidad parece ser una incógnita, para resolver quién empezará como DT las Eliminatorias mundialistas para Qatar. Nadie sabe si este técnico seguirá siendo un parche o si algún entrenador de peso se hará cargo de la Argentina de Messi.
Mientras en San Pablo las esquirlas de la bomba de Messi contra Conmebol se desperdigaban por Sudamericana, en Chicago el Tata Martino, a sus 56 años, levantaba la Copa de Oro con México. Incluso, ya campeón, les abrió la puerta a los históricos mexicanos que se habían alejado en el último tiempo (Chicharito Hernández, Layún, Corona y Héctor Herrera, entre otros) cuando en la Argentina los pocos históricos que quedan todavía están en duda.
Tres años y dos días después de su salida de Argentina, la Parábola Martino continúa. Porque mientras Tata suma adeptos y títulos en tierras norteamericanas, los clubes, como le sucede a Fernando Batista con los Sub 23 que irán a los Panamericanos de Lima, le siguen negando jugadores a las Juveniles de AFA.
Fuente Diario Clarín