Luis Scola, máximo referente del seleccionado argentino de básquet, dijo que no será un camino fácil. Los partidos amistosos en Vegas dejaron claro que planteará un desafío para la disciplina prestigiosa.
Por Nicolás Roggero
El primero en avisar que no será un camino fácil fue Luis Scola, el máximo referente del seleccionado argentino de básquetbol, incluso por encima de Emanuel Ginóbili, y los partidos amistosos preparatorios en Las Vegas dejaron claro que Tokio 2020 planteará un duro desafío para una disciplina con prestigio olímpico.
Argentina tendrá el verdadero «Grupo de la Muerte» en los Juegos: España, el actual campeón del mundo; Eslovenia, campeón europeo, con la figura de Luka Doncic (Dallas Mavericks) desde la base; y el organizador, Japón.
Es por eso que Scola advirtió rápido, con su lectura sagaz habitual, que el camino a la medalla será «complicado» y «nada fácil». Posiblemente, el interno y capitán buscó dos cosas: motivar a sus compañeros luego de casi dos años sin jugar oficialmente -solamente hubo ventanas de American Cup con otros basquetbolistas- y también describir una realidad.
Argentina deberá conseguir al menos una victoria sobre España o Eslovenia para asegurarse el pasaje a los cuartos de final en una posición favorable y evitar un cruce duro de entrada. Además, claro, se verá obligado a vencer a Japón, dirigido por el argentino Julio Lamas, por una buena diferencia.
Argentina deberá ganarle a España o Eslovenia para asegurarse el pasaje a los cuartos de final.
Argentina deberá ganarle a España o Eslovenia para asegurarse el pasaje a los cuartos de final.
Para eso tendrá que mostrar un mejor nivel y sobre todo un mayor ajuste táctico al observado en los tres amistosos con derrota ante Australia, Nigeria y Estados Unidos. Es sabido que el equipo de Sergio Hernández, como sucedió en varios pasajes de la Generación Dorada, suele ir de menor a mayor y en las preparaciones no muestran todas sus herramientas basquetbolísticas.
El nivel, coinciden los mismos protagonistas, es más alto al de la previa de China 2019. La llegada de Facundo Campazzo desde una temporada positiva en su bautismo de la NBA con Denver Nuggets ilusiona para la generación de juego desde la base. Posiblemente su electricismo y velocidad de piernas marquen un poco el estilo del quinteto cuando esté en la cancha junto con Gabriel Deck, otro que desembarcó en la mejor liga del mundo con Oklahoma City Thunder, y Luca Vildoza, que tiene un contrato garantido de una temporada en New Yorks Knicks.
El seleccionado será un equipo con Campazzo en cancha -un promedio de 30 minutos- y otro con Nicolás Laprovíttola -libre de Real Madrid-. Siempre sus estilos fueron contrapuestos y supieron complementarse en la Casa Blanca española cuando compartieron plantel durante dos años.
A ellos se les sumará la grata sorpresa de Leandro Bolmaro, que puede hacer las veces de conductor o perimetral con la opción de jugar uno contra uno desde la línea o hundirse en la pintura como se vio en los entrenamientos. Allí, Scola, líder indiscutido del vestuario, lo hizo practicar una y otra vez durante la estadía en Las Vegas.
El seleccionado será un equipo con Campazzo en cancha -un promedio de 30 minutos- y otro con Nicolás Laprovíttola -libre de Real Madrid
Bolmaro se destacó en Barcelona, tomó protagonismo en un contexto de algunas lesiones en el plantel catalán, y está drafteado por Minnnesota Timberwolves en la NBA. Es la gran apuesta de estos Juegos Olímpicos y una de las pocas caras nuevas en relación al subcampeonato mundial.
Tal vez la parte más floja, como siempre por una cuestión de físico y sobre todo porque Marcos Delía no tuvo mucho rodaje y tampoco un nivel destacable en Pallacanestro Trieste de Italia, es la zona pintada, donde rivales como España y Eslovenia presentan jugador de mejor porte y potencia.
De hecho, en el reciente amistoso contra Nigeria, un equipo que creció en los últimos años pero no está en el top ocho del mundo, padeció mucho a la hora de atacar el aro. Las otras opciones abajo son Tayavek Gallizi, uno de los mejores de la Liga Nacional de Básquetbol, más Francisco Cáffaro, un proyecto más que realidad.
La entrega estará garantizada con Patricio Garino en el puesto de alero, con Scola como ala-pivote -a lo que sumará su tiro de media distancia y ahora el agregado del tiro de tres- y las piernas de Nicolás Brussino -un anotador natural-.
Tal vez la parte más floja, como siempre por una cuestión de físico, es la zona pintada, donde rivales como España y Eslovenia presentan jugador de mejor porte y potencia
Otras opción en el perímetro es Juan Pablo Vaulet, joven talento que en los últimos años pegó el salto y se integró al seleccionado con pocos minutos hasta el momento pero con la idea de ir sumando lentamente acción.
El DT Sergio Hernández lanzó un mensaje de optimismo antes de viajar a Tokio: «El presente de nuestros jugadores es mejor que en la previa al Mundial de China. Nuestros jugadores llegan con más experiencia internacional y más confianza. Después eso no marca que vayamos a jugar al nivel de China, o mejor o peor… no lo sé. Pero sí no puedo ocultar ni esquivar la realidad de que en la previa llegan en mejor nivel al de China 2019».
«Insisto: que esto después nos alcance para cubrir las expectativas que los demás o nosotros mismos tengamos, no se sabe. Hay oponentes y en los Juegos Olímpicos hay rivales de gran nivel», afirmó.
Argentina fue uno de los tres países que desafiaron el imperio estadounidense en el básquetbol de los Juegos Olímpicos con la medalla de oro alcanzada en Atenas 2004. Antes lo había hecho la Unión Soviética (Múnich ’72 y Seúl ’88) y Yugoslavia (Moscú ’80). Los 12 títulos restantes fueron para los dueños de la NBA.