Un gol agónico de Nazareno Solís se sumó a la gran definición de Luis Silba y sentenció el triunfo por 2-1 del Mensana sobre Unión de Santa Fe, que prolongó su racha negativa en la competencia integradora. El conjunto dirigido por Darío Alaniz regresará a la instancia después de cinco años y se medirá con Atlético Mitre de Santiago del Estero en un cruce entre conjuntos de la Primera Nacional.
Mendoza copa la duodécima edición. Luego de la clasificación por penales de Godoy Cruz contra San Martín de San Juan en el clásico cuyano y la victoria agónica de Independiente Rivadavia sobre Argentino de Quilmes, llegó el turno de Gimnasia de Mendoza: se impuso por 2-1 ante Unión de Santa Fe para sentenciar su primera clasificación a 16avos de Final desde la temporada 2019. Luis Silba y Nazareno Solís convirtieron los goles del Lobo, que quedó a un paso de igualar su campaña más destacada en la competencia y aseguró la presencia de un representante de la Primera Nacional en Octavos de Final (se medirá contra Atlético Mitre de Santiago del Estero). Bruno Pittón había marcado el empate parcial del Tatengue, que sufrió su cuarta eliminación en los últimos cinco estrenos por el certamen integrador.
Una victoria en las últimas cinco presentaciones le había impedido a Unión de Santa Fe acceder a los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional, motivo por el cual Cristian González apostó por sus mejores futbolistas para afrontar el estreno en la competencia integradora. Apenas 35 segundos tardó el Tatengue en generar su primera ocasión por intermedio de un zurdazo de Lucas Gamba que fue desviado por Adrián Balboa y terminó en las manos de Lautaro Petruchi. Un remate de Federico Vera y un taco de Claudio Corvalán también representaron avisos del conjunto santafesino, dominador de las acciones en la etapa inicial. Sin embargo, un descuido defensivo le costaría caro.
En una planificación opuesta, Darío Alaniz había elegido a futbolistas que habitualmente aparecen como opciones de recambio en un Gimnasia de Mendoza que se ubica en el sector inferior de la zona B de la Primera Nacional. La carta principal del Mensana era Silba, protagonista de la Copa Argentina durante sus etapas previas en San Martín de Tucumán y Sarmiento de Resistencia, club con el que lideró la tabla de anotadores en la edición 2018, que incluyó al Decano como miembro sorpresivo de los Octavos de Final. La historia se repetiría en la noche de miércoles en Junín ya que, luego de una cesión brillante de Juan Ignacio Vieyra, rompió la última línea defensiva y pinchó la pelota ante la salida de Thiago Cardozo. Duodécimo tanto del rosarino en la era moderna de la competencia, marca que le permitió alcanzar a Martín Cauteruccio como escoltas de Ramón Ábila, que se mantiene como líder con 14 anotaciones. ¿Cuál era la curiosidad? Volvió a marcarle a Unión, conjunto al que le había convertido con el conjunto chaqueño en aquella actuación histórica hace seis años.
Unión se recuperó con celeridad y alcanzó el empate por intermedio de una triangulación que finalizó con un centro de Mauro Luna Diale y el cabezazo certero de Bruno Pittón. Un premio merecido para el Tatengue, que buscaba su primer triunfo en la competencia desde el 2-0 sobre Juventud Unida de Gualeguaychú en 32avos de Final de la temporada 2018. González intentó acentuar el cierre auspicioso del primer tiempo con los ingresos de Enzo Roldán y Nicolás Orsini, campeón de la Copa Argentina durante su etapa en Boca (edición 2020). Una chilena de Balboa que salió al lado del arco estuvo próxima a concretar la remontada del conjunto santafesino.
Al margen de un cabezazo peligroso de Luna Diale, Unión no logró plasmar la tenencia de la pelota en ocasiones y fue preso de una impotencia que se tornó característica en sus presentaciones en las distintas ediciones. Por el lado de Gimnasia, salió al segundo tiempo con la intención de replicar la historia de la etapa inicial: aguante en campo propio y contundencia en el caso de contar con una oportunidad. Sólido en sector defensivo, el cierre del encuentro le tendría preparado el festejo mayor a partir de una acción gestada por dos jugadores ingresados en el segundo tiempo. Luego de una pared entre Leandro Ciccolini y Jeremías Rodríguez Puch, el centro rasante del mediocampista ofensivo derivó en una aparición letal de Solís, que le ganó la posición a Vera y la empujó a la red para sentenciar el triunfo agónico del Lobo, que retornará a los 16avos de Final después de un lustro.