El zurdo marplatense ganó cuatro torneos de dobles en esta temporada y escaló más de 50 puestos en singles; esta semana, es una de las figuras del challenger Copa Fila.
A los 31 años, Horacio Zeballos atraviesa una gran temporada. Está ahora en el puesto 73° del ranking de singles, aún lejos de su mejor clasificación (39°), pero notoriamente por encima del 126° escalón que ocupaba en enero pasado. En dobles, ganó cuatro títulos de ATP este año (San Pablo, Gstaad y Metz, junto con el chileno Julio Peralta, y Atlanta, con Andrés Molteni). Esta semana, es una de las figuras del challenger Copa Fila, que se disputa en El Abierto (ex El Clú), en Saavedra, donde ya está en los cuartos de final tras superar a Agustín Velotti por 7-6 (7-2), 3-6 y 6-3. Aunque el tenis no es ahora la gran obsesión de ‘Zebolla’, el zurdo marplatense que desde el 18 de abril pasado es padre de Emma, la pequeña que llegó para cambiar sus días, junto con Sofía Menconi, su mujer desde hace un par de temporadas. Y, por otra parte, siente que tiene una oportunidad para ser parte del equipo argentino de la Copa Davis que se enfrentará con Croacia, en Zagreb, del 25 al 27 de noviembre.
Zeballos se siente más maduro dentro y fuera de los courts, y explica las razones desde un costado personal, en una charla con LA NACION. «Llevo muy bien la paternidad. Eso fue lo que más motivó y más tranquilidad me dio, no sólo fuera sino también dentro de la cancha. Desde que fui papá, estoy jugando mucho mejor al tenis; quizás realmente me di cuenta de que hay muchas cosas que son más importantes que un partido, como lo es cuidar de una personita. Ser padre me hizo ver las cosas de otra manera.
-¿Te sentías falto de motivación antes de que llegara Emma?
-No, pero sí creo que le dio más energía a mi vida, y lo veo cada mañana, cuando me despierto, la veo a mi hija y me saca una sonrisa, y ya arranco el día de otra manera, con mucha más energía, siento que sacó algo más dentro de mí.
-¿Podés darte el gusto de viajar con ella en las giras?
-Sí, desde luego que no es fácil, porque es otra responsabilidad. Todo requiere un poquito más de tiempo, hay que sacar los pasajes con más anticipación para encontrar la fila donde poner la cuna, por ejemplo, y después tratamos de movernos dentro de torneos que no sean muy distantes entre sí, para que no haya viajes muy largos. Es algo que requiere un poco más, pero mi mujer me ayuda muchísimo. Hasta aquí hicimos siete semanas de gira juntos y la pasamos muy bien. Ya con una carrera más formada tengo la posibilidad de viajar con mi mujer y la beba, y realmente es algo muy lindo; mientras pueda, lo seguiré haciendo.
-¿Cómo te sentís hoy respecto de aquel Zeballos que le ganó a Nadal en la final de Viña del Mar, hace tres años?
-Mejor. Más allá de que ese año alcancé mi mejor ranking, hoy me siento mejor. La paso muy bien dentro de la cancha, más allá de ganar o perder. Todo se debe a la paternidad, que me hizo darme cuenta de que si perdía no lo iba a sufrir tanto como antes.
-También encontraste un compañero estable para el dobles.
-Sí, con Julio (Peralta) estamos jugando muy bien, ganamos varios torneos este año, me siento muy cómodo con él dentro de la cancha, y afuera es una gran persona, así que espero que esta pareja dure. Se dio porque nos llevamos bien, lo pensamos, dijimos ‘¿por qué no?’ y empezamos a jugar; nos fue bien, los resultados acompañaron y eso también fue importante. Más allá de que él estuvo mucho tiempo fuera del circuito, yo lo había visto en varios torneos y la amistad que tenemos fue la razón principal para jugar juntos.
-A partir de lo que mejoraste este año, ¿sentís que estás en un nivel adecuado para jugar una final de Copa Davis?
-Sí, sí, creo que estoy jugando muy bien. Quizás en las series anteriores los chicos estaban mejor que yo, lograron buenos resultados, pero creo que he logrado buenos pergaminos este año, y siento que el tenis lo tengo para jugar.
-¿Te contactó el capitán Daniel Orsanic?
-Siempre. Durante todo el año, me dio las razones por las que llevaba el equipo que elegía, y en todo momento mantuvimos un contacto. Y lo hizo no sólo antes de la Copa Davis, también cuando gané los torneos de dobles también me escribió o me llamó, así que el contacto está.
-¿Y en algún momento te habló sobre las posibilidades de ir a Croacia?
-Por supuesto, ayer me felicitó después del partido y me comentó que faltaba bastante para la final, que todavía no tenía el equipo cerrado y que la posibilidad de ir estaba.
-La ilusión de tu lado también está.
-Sí, claro, jugar una Copa Davis es lindo, imaginate una final. Es lindo jugarla de local, de visitante también porque hay un montón de argentinos que viajan y está bárbaro. Lo que más extraño de la Davis es ese fervor dentro de la cancha que te da el público.
-En algún momento hubo un cortocircuito con Del Potro por una broma tuyaen la Copa Davis…
-Es algo que hablé ese mismo año con él, le pedí disculpas; traté de hacer una broma que no salió bien, pero lo conversé con él. Se debe haber sentido tocado, seguro, pero siempre tuvimos una buena relación, me dijo que estaba todo bien y en los torneos que nos hemos visto hemos hablado, eso fue algo que quedó de lado como una mala broma de mi parte.
-¿Creés que ese hecho podría influir si te toca compartir equipo con él?
-No, hemos conversado bastante desde entonces. Este año tuvimos la mala suerte de que nos tocó enfrentarnos (en Miami, con victoria de Zeballos), pero yo creo que es algo que quedó de lado. Yo no tengo nada contra él y entiendo que él no tiene nada contra mí, no hay competencia ni nada por el estilo porque él es mucho mejor que yo tenísticamente, no hay rivalidad. Ojalá que haya quedado atrás, porque fue algo insignificante, un mal chiste y nada más.
-¿Cómo ves la final de la Davis?
-Es una serie dura, especialmente porque se juega como visitante. Cilic es un gran jugador, ahora está confirmado Karlovic, que es una pesadilla jugar contra él, y una buena pareja de dobles, imagino un partido muy cerrado. Lo mismo se decía contra Gran Bretaña y se le ganó, así que esa garra argentina que cada uno lleva adentro ojalá sirva para lograrlo de nuevo.
-¿Hay algún factor por el cual éste puede ser el año para ganar la Copa Davis?
-Yo veo que Del Potro está jugando en un nivel muy alto nuevamente; más allá de que el ranking no lo demuestra, para mí está Top 5 en este momento, les ganó a los cuatro primeros este año. Y después, los otros chicos, más allá de que algunos resultados no están acompañando, tienen un gran nivel. Guido (Pella) es un excelente jugador, Fede (Delbonis) también y Mayer siempre demuestra su nivel en la Copa Davis, el otro día ganó un partidazo. En la última serie que estuve, contra Israel (en Sunrise, en 2014) se puso el equipo al hombro, así que el tenis para ganar está.
En esta temporada, Zeballos ganó tres torneos ATP con Julio Peralta. El chileno tiene 35 años, fue compañero de generación de Fernando González y Nicolás Massú; estuvo varias temporadas al margen del circuito por diversas lesiones, y trabajó en una academia de tenis en California antes de regresar a la actividad.