Nelson Agoglia opinó de la función de secretario técnico que fracasó en Colón, tras el entredicho entre José Vignatti y Francisco Ferraro.

Nelson Agoglia salió en defensa de Francisco Ferraro y criticó con dureza al presidente de Colón, José Vignatti.

Nelson Omar Agoglia formó parte de una generación de jugadores que le dieron grandes alegrías a Colón, cuando en la década del 90 dio un paso gigante para codearse con los principales equipos del país y del continente. Incluso se dio el lujo de definir un Clásico Santafesino frente a Unión con un gol cuando terminaba el partido en el estadio Brigadier López.

El Piscuí habló con Radio Gol (FM 96.7) donde, entre otros temas, opinó de la realidad futbolística del Sabalero, y de la controversia mediática que se generó con las declaraciones cruzadas entre el presidente José Vignatti y Francisco Ferraro, exmanager de la institución.

En el inicio de la charla contó cómo está llevando este tiempo de la pandemia por el coronavirus y afirmó: «Estamos llevándola, estoy en Buenos Aires, entre Mataderos y Liniers, con mi señora y mis dos hijos. Cumpliendo la cuarentena a rajatabla, saliendo solo a comprar las cosas para comer, tratando de estudiar y capacitarme, pinté e hice un poco de ejercicios (risas). La Fundación de Futbolsitas me pasó unos cursos, pero el aburrimiento te lleva a reflexionar, también está bueno tomarse un tiempo para relajarse y despejar la mente, trato de no mirar mucho los noticieros y aislarme un poco».

Luego opinó sobre la Secretaria Técnica en los clubes y opinó: «Es lo que viene y los clubes que lo tomaron seriamente está dando sus frutos. No se trata solo de una figura decorativa, sino que tiene que abarcar coordinación de inferiores, ser el nexo entre la dirigencia y todo lo que es el fútbol, el plantel profesional, inferiores, cuerpo médico, videonálisis. No es solo salir en las fotos y hacer las contrataciones, hay que tener una oficina, recorrer, ver a los jugadores y a los futuros refuerzos, hacer apuestas con jugadores de otras categorías, recorrer canchas, entrenamientos. Hay que estar 15 horas por día. Hay clubes que les fue muy bien, sobre todo en Europa, donde tuve la suerte de viajar y ver. Los clubes en nuestro país que lo adoptaron les fue bien».

Y en cuanto a lo que fue el desempeño de Francisco Ferraro en Colón, reveló: «No pasa por Ferraro. Cuando se critica a la dirigencia de Colón es como que le está haciendo un mal al club y no es así. Te dan una secretaría pero tenés que tener el poder para llevarlo adelante, pero si el presidente quiere hacer todo, ¿para qué querés un secretario técnico? ¿Para tener una imagen nomás? Cuando las cosas van bien son tuyas y cuando van mal son del secretario técnico. Cuando los clubes tienen una idea de crear esa figura le tienen que dar la decisión, poder y consensuar en todo. Esa es la realidad, soy de la idea que la mayoría de los jugadores los contrata la secretaría técnica, en Europa los entrenadores les pasan una lista en las posiciones que necesita y la secretaría técnica les pasa otra con los que se pueden contratar. Pero en Colón es especial, porque el presidente es unipersonal, quiere hacer todo, no le echaría la culpa a Pancho, luego va en cada uno si quiere o no trabajar de esa manera».

Se le preguntó por su relación con Vignatti y reveló: «Me pidió Enzo Trossero y me contrató José. La relación fue buena hasta que tuvimos que hablar del último contrato, donde no nos poníamos de acuerdo, pero lo firmamos, cuando me tuvieron que vender lo hicieron. Es una persona que no es fácil de llevar, pero cuando uno va sabe a lo que se expone».

También se lo consultó por la función específica de Ferraro, quien evitaba hablar con los medios y dar explicaciones, tiró: «Es un error, siempre tenés que dar la cara, pero la realidad es que si contratás a un técnico, luego a los jugadores y todo está en marcha la idea es hablar lo menos posible pero en los momentos malos tenés que dar la cara, más en un club gigante como Colón. Pero cuando las cosas no son claras a veces se hace difícil».

Y agregó: «Si sos secretario técnico no vas para ser técnico, si te quieren poner de técnico no es serio. Si querés despedir al técnico tiene que ir el presidente y despedirlo. Esa es toda la confusión que llevó a Colón a estar en una situación que si hubiese sido como le pasó a Tigre estaba en descenso (la Copa de la Superliga que ganó no le valió en la lucha por no descender). Pasaron un montón de técnicos en los últimos años, cuando las cosas se hacen mal terminan mal, cuando te equivocás cuatro o cinco veces es porque estás haciendo mal las cosas. Colón no tiene un proyecto serio, hoy con Domínguez tiene un entrenador serio. Pero el dirigente tiene que tener la idea clara, no podés pasar de un Menottista a llevar a un Caruso Lombardi, tenés que tener una idea clara desde juveniles hasta el plantel profesional, que todos tengan la misma línea de juego».

Mientras que más adelante, afirmó: «Pancho es un tipo muy reconocido y querido, pensó una cosa y fue otra. También los malos resultados llevan a ciertas situaciones. Cuando Colón iba a jugar la final eran todo sonrisa y alegría, un mes después todos eran un desastre. El fútbol y la vida es así».

Más adelante opinó sobre por qué influye tanto en los jugadores el cambio de entrenador como ocurrió en Colón con Diego Osella y Domínguez, y afirmó: «Cuando demostrás inseguridades a la hora de hablar con el plantel se nota en la cancha, eso mostraba Colón, inseguridad dentro de la cancha. Las matemáticas fueron siempre dos más dos cuatro, pero en el fútbol no es así. Osella quería salir a empatar todos los partidos e inconscientemente te metés atrás. Cuando le metían un gol se desmoronaba, yo digo salí a ganar, perdés dos y ganás uno tenés los mismos tres puntos pero demostrás otra actitud. No le llegaba el mensaje a los jugadores, le transmitía muchas inseguridades, hacía muchos cambios. Era un equipo inseguro, no estaba sólido en ninguna línea. Arriba no llegaba nunca y no convertía, y eso que tenía material para atacar. Colón salía a esperar y se comía tres o cuatro goles, estaba desmotivado, desmoronado. Agarró Domínguez, le cambió la cabeza, mostró seguridad, es un entrenador muy capaz y le cambió la cabeza al jugador, con un mensaje claro».

Se metió luego en el polémico partido ante Aldosivi y dijo: «El equipo estaba desmoronado, luego de perder la final es lógico que se caiga. Viajé con una agrupación de Rosario, la gente era una locura, un show y perdiste la final, la gran final, con más de 40.000 hinchas, es lógico que anímicamene te caigas, todos esperábamos que se gane. Se subestimó al rival, que lo vengo viendo y venía trabajando hace tres o cuatro años, dejó afuera a Unión, Independiente y Corinthians».