Los deportistas, de 28 y 23 años, fueron los ejes del tenis argentino en un 2020 signado por la pandemia de coronavirus.
Por Christian Frigerio
Diego Schwartzman, con su evolución constante que le permitió alcanzar el «top ten» y lo colocó en un sitio de privilegio cuando accedió a las semifinales en Roland Garros, más su histórica participación en el Masters de Londres; y Nadia Podoroska, una irrupción fulgurante que le posibilitó ser captada por el radar de las mejores del mundo cuando trepó a «semis» en París, fueron los ejes del tenis argentino en un 2020 signado por la pandemia de coronavirus.
El «Peque» Schwartzman, de 28 años, comenzó en el puesto 14 del ranking mundial y lo finalizó en el noveno (estuvo octavo tras su actuación en Bois de Boulogne), con la ratificación de que su tenis aguerrido y espíritu combativo lo hicieron a superarse y, lejos de cobijarse en la zona de confort tras lo bueno que había hecho en 2019, creció e incorporó ese plus que demandan los tenistas de elite.
La «Peque» Podoroska, con 23 años, inició la temporada en el puesto 255 y la cerró en el casillero 47, alejada físicamente a su Rosario natal, y radicada desde hace dos años en la zona portuaria mediterránea, en Alicante; allí construyó una estrategia que le posibilitó disfrutar de su propio cuento de hadas en Roland Garros, donde superó la clasificación y una vez en el cuadro principal se adueñó de los «flashes» con su acceso a semifinales.
Sin el talento innato de los tenistas argentinos más destacados del siglo -Juan Martín Del Potro, David Nalbandian, Gastón Gaudio y Guillermo Coria-, el «Peque» extremó sus recursos hasta confeccionar un juego consistente que le permitió completar la mejor temporada de su carrera, con un antes y un después del receso que hubo entre marzo y agosto, motivado por la pandemia.
Es que no obtuvo resultados para destacar entre enero y marzo, apenas su aparición en la final del ATP de Córdoba o su acceso a las «semis» en Buenos Aires, y cuando regresó en agosto tras el receso protagonizó una gira sobre cemento decepcionante, incluida su rápida eliminación del US Open, en la ronda inicial.
El tenista entrenado por Juan Ignacio Chela se instaló en Europa y comenzó su reacción en el Masters 1000 de Roma, donde le ganó por primera vez al español Rafael Nadal en el polvo de ladrillo del Foro Itálico, luego consiguió otro impacto ante el canadiense Denis Shapovalov, una de las joyas de la nueva generación, y recién claudicó en la final ante el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
La aparición de Podoroska recuperó el protagonismo perdido desde las épocas de Gabriela Sabatini y construyó un cierre de año espectacular
Esa actuación fue el preludio de lo que vendría en Roland Garros, donde se instaló entre los cuatro mejores con cinco victorias consecutivas, la más resonante sobre el campeón del US Open, el austríaco Dominic Thiem, en cuartos de final, y recién se despidió ante «Rafa» en semifinales, aunque fue el que más problemas le causó en su camino a la 13ra. conquista del trofeo de los Mosqueteros.
Una final más, en Colonia, Alemania, luego los cuartos de final en París-Bercy, eso la alcanzó para ser el octavo argentino de la historia en jugar el Masters, torneo que reúne a los mejores del año, e inscribió su nombre junto a los de Guillermo Vilas, José Luis Clerc, Coria, Gaudio, Del Potro, Nalbandian y Mariano Puerta.
La confirmación del «Peque» fue una gran noticia para el tenis argentino, como también lo fue la aparición de Podoroska, quien recuperó el protagonismo perdido desde las épocas de Gabriela Sabatini y construyó un cierre de año espectacular.
Además de su actuación en París, la «Peque» ganó los torneos ITF de Malibú, Guadalupe y Saint Malo, y llegó a los cuartos de final en el WTA de Linz.
Otros destacados
Otros destacados fueron el marplatense Horacio Zeballos en su versión de doblista y el porteño Francisco Cerúndolo, mientras que en el debe se anotaron Juan Ignacio Londero, de quien se esperaba más, y tres campeones de Copa Davis en Zagreb 2016, en caída libre en el tramo final de sus carreras: Guido Pella, Federico Delbonis y Leonardo Mayer.
Zeballos, en dupla con el catalán Marcel Granollers, ganó el Argentina Open, el ATP 500 de Río y el Masters 1000 de Roma, y se clasificó para el Masters de Londres, donde llegó hasta las semifinales, para concluir el año como número tres del mundo en la especialidad.
Cerúndolo, de 22 años, ganó tres títulos en la segunda categoría del circuito, los Challengers, en Split (Croacia), Guayaquil (Ecuador) y Campinas (Brasil), y cerrará 2020 entre los mejores 140 del mundo, una evolución notable si se tiene en cuenta que hace dos temporadas figuraba 571.
El presente de Del Potro
Un párrafo aparte para el tandilense Juan Martín Del Potro, uno de los mejores tenistas argentinos de la historia, quien a los 32 años aún padece con las lesiones, no compite desde junio de 2019 y trata de rehabilitarse luego de tres cirugías de rodilla derecha.
El campeón del US Open 2009 y doble medallista olímpico, en Londres 2012 y Río 2016, casi no tocó la raqueta en todo el año y se la pasó en consultas a médicos, aunque adelantó que tiene la ilusión de competir en 2021 para cerrar su brillante carrera como merece: en una cancha de tenis.
Fuente: Deportes Telam