La argentina de 19 años hizo historia este jueves al ser la primera jugadora de nuestro país elegida en el draft de la NBA femenina por la franquicia Indiana Fever. «Todavía no caigo, cuando me pongo a pensar, no lo puedo creer», indicó desde Italia.
Florencia Chagas aseguró que está «soñando con los ojos abiertos» y que se va a «desmayar cuando entre a un estadio de la WNBA».
«Esto es una locura, el teléfono me explota. Me felicitaron desde Bizarrap hasta Pedro Alfonso, pasando por Justin Holiday, el jugador de los Pacers… Ni hablar de Facu (Campazzo). Apenas dormité una hora. Aún no caigo, no lo puedo creer. Tengo tantas cosas en la cabeza…», contó Chagas desde Empoli, Italia, a prensa de la CABB.
Si Campazzo suspiró en su llegada a la NBA con Denver, Flor se imagina ese momento para ella. «Yo, en vez de suspirar, creo que me voy a desmayar cuando entre a un estadio de WNBA. Todavía no caigo, cuando me pongo a pensar, no lo puedo creer», expresó.
La base-escolta bonaerense, cuyo pase pertenece al Familia Schio y se destaca en el USE Basket de la Lega (promedia 9.3 puntos, 2.2 rebotes y 1.6 asistencia en 24 minutos), no se iba a anotar en el draft hasta ayer a la tarde. «Me llamó mi agente en la WNBA y me contó que había tres equipos interesados. No había certezas, pero era una oportunidad que teníamos que aprovechar”, detalló.
La franquicia Indiana Fever, que la había puesto en una lista corta y pidió autorización para utilizar su imagen en la transmisión del draft, lo que había aumentado sus ilusiones, la eligió finalmente anoche en el puesto N° 31 (7 de tercera ronda).
“Eso fue tremendo, me dio más ilusión pero también nervios. No había seguridad de que me seleccionaran, porque el draft es un dominó de fichas que puede darse a favor o en contra. Yo tuve suerte, se dio como esperaba Indiana y me eligieron. No puedo estar más feliz, estoy soñando con los ojos abiertos», consideró Chagas, surgida en Casa de Padua y que pasó por Vélez, Indios de Moreno y Berazategui (integró el equipo que jugó la primera Liga Femenina argentina).
Chagas vivió la elección sola en su departamento en Italia, con sus padres conectados por videollamada. «Fue muy emocionante, sobre todo cuando vi a mi papá y mamá explotar de alegría…», relató Flor. «Se me cruzó por la cabeza cada paso que di en mi carrera, desde mis inicios, pero sobre todo los más difíciles, cuando tomé la decisión de dejar mi casa a los 16 años para venirme a vivir a otro continente, a otro país, con otro idioma… Viví cosas difíciles, la pasé mal, pero nunca aflojé».
«Sabía lo que quería, cuál era mi objetivo… Tuve claro que debía aguantar y seguir, aunque estuviera triste o mal… Y salí adelante y hoy también soy lo que soy y vivo lo que vivo porque pude superar aquellos momentos. Por eso también estoy feliz y orgullosa, por haber tomado cada decisión y aguantado los momentos difíciles”, agregó Chagas, jugadora destacada en el seleccionado argentino Sub-17 en el Mundial 2018 y la imagen del Proyecto Nacional Formativo lanzado por la Confederación en diciembre (busca el desarrollo en todo el país de chicas de 13 a 17 años).
La temporada en la WNBA comenzará el 15 de mayo próximo y no se superpone con las ligas europeas. Sin embargo, Chagas aún no sabe cuándo se incorporará a Indiana Fever. «Anoche me llamó un asistente para felicitarme pero no sé si tengo que ir al training camp o cuál es el plan para mí. Estoy disponible. No voy a tener mucho descanso, pero es un sueño jugar allá y puedo bancármelo», admitió la argentina.
En la WNBA, para Chagas, se juega «otro básquet, bien americano, con un ritmo más veloz, con más corrida y tiros. Lo veo y lo noté cuando enfrente a jugadoras en campus internacionales que realicé. En Europa se juega más pausado, pensado, con menos vértigo. Yo creo que puedo jugar, aunque deberé hacer una adaptación, como hice en Europa cuando llegué desde la Argentina»