Dueño de decenas de récords en el fútbol europeo, convertido en el futbolista con más presencias en la selección mayor argentina (148) y con 75 goles vistiendo la camiseta albiceleste, el 10 es capaz de trastocar todo lo establecido.
Por Héctor Roberto Laurada

Porque Messi fue, es y seguramente será casi imposible de defender para quienes intentaron, intentan e intentarán marcarlo, y eso definitivamente lo vuelve «indefendible» para sus adversarios, y absolutamente «defendible» para los poquísimos, si es que existieran, detractores que pierden el tiempo en buscarle «la quinta pata a la sota» en vez de simplemente admirarlo.

Por ejemplo y sin ir más lejos, esta noche ante Bolivia en Cuiabá, la capital del estado brasileño de Mato Grosso, además de los dos ítems mencionados, también se dio el gusto de romper con esos 750 días sin convertir un tanto de jugada que llevaba con la selección mayor, desde aquel amistoso pre Copa América de Brasil 2019 contra Nicaragua, en San Juan (hizo un doblete), que Argentina ganó 5 a 1 el 7 de junio de ese año.

Inclusive, de manera oficial no lo hacía desde aquel 26 de junio de 2018 frente a Nigeria, en San Petersburgo, para abrir el marcador de un 2-1 clasificatorio a los octavos de final del Mundial de Rusia.

Pero además, con los dos tantos señalados este lunes en el 4-1 frente a los bolivianos se metió entre los cuatro jugadores argentinos que más goles anotó en la Copa América con 12 tantos, teniendo «a tiro» por delante a Norberto «Tucho» Méndez con 17 y a Gabriel Batistuta y José Manuel «Charro» Moreno con 13.

La grandeza de Messi, incomparable en el tiempo por contemporaneidad y contexto, y a la que solamente le faltaría un título con la selección mayor, la refrendó hace pocos días la Liga Española, que realizó un muestreo estadístico de la última temporada en la que no lució Barcelona y «Lío» jugó aparentemente a disgusto después de enviar aquel recordado «burofax» en el que manifestaba su deseo de abandonar la institución.

De hecho, el próximo miércoles se terminará el contrato que lo une al club catalán y todavía no está resuelta su continuidad, aunque el deseo del presidente «culé», Joan Laporta, es refrendarla mañana mismo, cuando él esté cumpliendo 59 años.

Esa publicación de LaLiga mostró números que podrían resultar sorprendentes en cualquier otro futbolista mundano, pero que en Messi ya hace rato que no lo son, como por ejemplo que fue el mejor del campeonato que ganó Atlético de Madrid nada menos que el 14 rubros.

Ese detalle arrancó con el ítem de goleador del certamen con 30 conquistas, y luego siguió con récords de remates al arco (91), más remates después de llevar el balón (62), remates en total (196), remates que rebotaron en los postes (8), tantos de tiro libre (3), conversiones desde afuera del área (8), más situaciones de peligro creadas (77), más pases en campo rival (1.636), más regates o gambetas intentadas (261), más gambetas concretadas (159), más foules recibidos (99), más ocasiones de gol provocadas después de trasladar la pelota (28) y más traslados de balón totales (967).

Y por si «todo esto fuera poco», como vocearía algún vendedor ambulante al subirse a un ómnibus para ofrecer su producto, Messi se quedó a solamente tres partidos (que serían los de cuartos, semifinal y final) de alcanzar las 34 presencias en Copa América, los que le permitirían igualar al chileno Sergio Livingstone, quien fuera arquero de Racing Club en 1943, con la mayor cantidad de encuentros jugados en este certamen,

Si eso sucede, hasta podría ponerle el broche de oro a esa nueva marca con un «Maracanazo» propio, en un día que lo identificaría como pocos: el «10»… de julio.