La vida es una montaña rusa. Un subibaja emocional que a veces nos tira para arriba y otras veces nos lleva bien abajo, sumergiéndonos en lo más profundo de la depresión. Pero el destino siempre tiene alguna sorpresa para darnos. Aun en los peores momentos, cuando todo es oscuridad. Algo así ocurre con Ignacio Chicco, el arquero de 25 años que tuvo la oportunidad de atajar contra River en el Monumental ante la decisión de Eduardo Domínguez de no concentrar al titular, Leonardo Burián, por haberse ausentado a los entrenamientos como consecuencia de la negociación que llevaba adelante con la dirigencia de Colón con el fin de acordar su continuidad en la institución.

Nacido un 30 de junio de 1996 en Brinkmann, Córdoba, es hermano de Julián, en algún momento considerado «el 5 del futuro» de Boca y recientemente incorporado a las filas de Sarmiento tras haber quedado en libertad de acción. En Colón desde 2010, Nacho esperó por años que se le diera una oportunidad como ésta, lo que no esperaba era que le llegara en el momento más difícil de toda su vida.

«Tuve el peor inicio de año de lo que va de mi vida. Por el Covid me tocó perder a mi abuela y a mi tío, y tenerlo internado muy grave a mi viejo. Fueron dos meses en los que si te digo que fue una película de terror me quedo corto. Sufrimos un montón, tanto yo como mi familia. Por suerte a mi viejo hoy lo tengo recuperándose en mi casa de a poco, paso a paso, pero va bien», contó, hace poco tiempo atrás, en diálogo con Emiliano Nunia

Con info de Olé.