Juan Ignacio Cavallaro volvió a Unión luego de seis años y si bien mostró destellos de toda su jerarquía, no pudo cambiar el rumbo del partido en la derrota frente a Lanús por 2-1 en el 15 de Abril por la cuarta fecha de la Superliga.

El entrerriano se refirió a la derrota ante el Grana y a su regreso a la Avenida, y destacó: «Una lástima la derrota pero en el segundo tiempo estuvimos cerca de empatarlo, lo merecimos. En lo grupal estoy triste por esta derrota, pero por dentro una pequeña alegría de volver a mi casa, de volver a jugar en esta cancha, con esta gente, a la que quiero mucho. Me fui hace seis o siete años, y volver es muy lindo. Es una lástima que no lo pudimos coronar con una victoria, por lo que ahora hay que seguir trabajando».

Luego se refirió a lo que fue el trámite del partido, y dijo: «Hasta el primer gol de ellos no encontrábamos el juego, ellos manejaban bien la pelota, nosotros no la encontrábamos. Luego hubo una pequeña reacción, pero con el 2-0 fueron más ganas que fútbol. Ahora viene San Lorenzo, que viene arriba, será un partido lindo en el Nuevo Gasómetro y tendremos que prepararlo muy bien».

Sobre la nueva etapa que comenzó en Unión, dijo: «Es un proceso de recambio, se fueron Bruno y Mauro Pittón, más Fragapane y Zabala que eran cuatro jugadores muy importantes en la estructura del equipo. Es un proceso de recambio que hay que intentar acomodarlo rápidamente para no perder más puntos en el camino».

Por último, se refirió a cómo se encuentra desde lo físico y futbolístico, y admitió: «Hace dos semanas me sumé al club, venía sin pretemporada, solo entrenando con un profe, no es lo mismo que hacelo con un plantel, que es muy distinto. Me costaron las primeras semanas, lo sentí desde lo físico. Hice los primeros minutos de fútbol esta semana, Leo (Madelón) me preguntó si estaba para jugar un rato hoy, le dije que sí. Por lo que estoy contento de volver a sentir lo que es el fútbol. Había esperado un mes y medio que me aparezca un club, gracias a Dios me salió lo de Unión y no lo dudé en venir ni un segundo».