El rugby femenino no detiene su crecimiento a nivel regional y nacional. En nuestra zona una de las primeras que jugó fue Gisela Acuña, pero el tiempo ha pasado, y se ha evolucionado en cantidad y calidad de jugadoras. Una de las que está en el radar de la UAR es una santacruceña, pero esperancina por adopción. Se trata de Débora Fretes Hernández, que integra el plantel superior de Alma Juniors de Esperanza, pero también forma parte del selecto grupo del seleccionado Puma, más conocido como Las Pumas.

Débora Fretes Hernández, oriunda de Santa Cruz, estudia veterinaria en Esperanza, e integra el seleccionado argentino de la rugby de la UAR.

«Todavía no pudimos volver al club, estamos cerca pero no por el momento. Tenemos permitido salir a correr e ir al gimnasio. Solamente que en el gym tenés que pedir turno porque es hasta cierta cantidad de personas. Cerca de mi casa puedo salir a correr con una compañera, y se puede de a poco salir a hacer algo.» comenzó señalando la talentosa Débora Fretes Hernández en el instagram de la USR.

La referente de Alma Juniors de Esperanza, Fretes Hernández, contó que «No se sabe bien que competencias vamos a tener con el seleccionado nacional. El tema es que hay lugares en los que habitualmente vamos a jugar que no se puede ni salir a correr. Con lo cual no se puede organizar mucho porque no se sabe que lugares estarán habilitados para hacerlo».

Sobre cómo afrontan la cuarentena, la integrante de Las Pumas, refirió que «eenemos a Nata que es nuestra preparadora física, y siempre estuvo muy constante en el sentido de que podemos hacer y que no. Estaba el tema de que había chicas que tenían elementos para poder entrenar y otras que no teníamos nada, más que una mochila, con algo adentro, para que tenga un poco de peso».

«La mayoría ahora que podemos ir al gimnasio, vamos nos filmamos y después se lo mandamos al grupo. Lo bueno es que como es grupal, por ahí se le corrige algo a otras de las chicas, entonces uno lo ve, y ya lo va corrigiendo o aprendiendo. Es muy didáctico, y genera por suerte buena comunicación», expresó Fretes Hernández , la talentosa jugadora de Alma Juniors de Esperanza.

El futuro incierto de competencias

Sobre la posible competencia que se puede llegar a jugar Fretes Hernández dijo que «no se habla nada. Es más que nada estar enfocadas en los entrenamientos, tratando de motivarnos entre nosotras y no dejarnos caer. Hablamos todas de las ganas que tenemos de jugar, pero no es que nos referimos si se va a jugar algún torneo o cuando es la próxima competencia».

«En nuestro caso no se habló nada de burbuja sanitaria. Es bastante complicado, porque acá en Esperanza, los colectivos urbanos no funcionan con todos los horarios. Y no se como haríamos para transportarnos y poder hacer una concentración. Quien va a querer poner un lugar para que vayamos todas. Hay que tener todas las medidas de seguridad, me encantaría, pero lo veo muy complicado» contó Fretes Hernández .

«En el club estamos haciendo bastante videollamadas, proponiendo distintas cosas para poder motivarnos y agarrar coraje con todo esto. Venimos bastante bien, cuesta que se conecten, que entrenemos al ciento por ciento, se entrenan muy bien, y algunas cuestiones técnicas por ahí se complica un poco. El tema es que la mayoría de mi club son estudiantes, y muchas ni siquiera están en Esperanza para juntarnos», agregó Fretes Hernández.

Un tema constante es si se pude vivir del rugby, a lo que la integrante del seleccionado femenino de la Unión Santafesina de Rugby comentó que «Creo que las que estamos becadas, que nos ayudan económicamente, y podemos decir nos dedicamos tranquilamente a esto, somos dieciséis. Pero igualmente, la mayoría estudia, trabaja, osea que no hay caso de chicas que se dediquen completamente a hacer solamente rugby. Hay una o dos, pero las demás no».

Sus comienzos en el rugby

«Durante mucho tiempo me dijeron que era de acá de Esperanza, pero no, soy de Santa Cruz, y me vine a estudiar veterinaria. En la facultad veo un afiche de una chica tackleando, y sinceramente no podía creer que las mujeres puedan jugar al rugby. Mi papá jugó, y se miraba en mi casa. Cuando lo vi quería probar ya. Comencé jugando al fútbol, ahí conocí una chica que lo jugaba, y ahí nunca más quise dejar. Siempre fui de hacer muchos deportes. Hacía equitación, handball, natación, vóley, de todo. Nunca me sentí tan bien con el rugby» explicó Débora Fretes Hernández.

La primera convocatoria la recibió en el año 2015.
La primera convocatoria la recibió en el año 2015.

Sobre sus comienzos en el rugby señaló que «La verdad es que todo fue muy de golpe. Tuve el primer entrenamiento y desde que me pegaron un tackle fenomenal, me dejaron tirada en el piso, porque no sabía caer, no sabía nada. Desde ese momento dije esto me encanta. Me gusta el roce, el poder correr y el compañerismo, porque las chicas apenas llegué me cuidaron. Lo disfruté mucho desde el primer partido, cometiendo todos los errores, y no me arrepiento de haberlo elegido».

Acerca de la primera concentración para jugar en Las Pumas, comentó que «La primera vez que me convocaron después de arrancar pasaron tres años. Llegó la primera concentración, no entendía nada, me avisó mi entrenador, estaba en casa, llegó la capitana, y me dijeron que estaba convocada. Estaba feliz, pero no dimensionaba lo que estaba pasando. Hasta que no estuve en Retiro, no dimensioné la situación»

«El debut en el seleccionado fue en un Valentín Martinez, lo recuerdo porque no podía creerlo. Es un muy lindo torneo, en el 2015 fue la primera concentración, y cuando me llamaron para jugar solamente la disfruté. Eran todas referentes, quería tacklear y jugar como estas chicas, era impagable contar que jugué con determinadas jugadoras. Ese día fue tremendo, ahora bajo la modalidad sudamericano, y no lo podía creer», destacó la santacruceña e integrante del seleccionado nacional de rugby.

UNO Santa Fe.