Colón hizo un partidazo y superó con claridad y contundencia este lunes en San Juan a Independiente por 2-0 y logró el pasaje a la soñada final de la Copa de la Liga Profesional el próximo vienes, desde las 19, ante Racing. Una actuación sobresaliente y soberbia, ya que fue sólido y letal. Un calco del equipo que ganó cinco partidos en fila en el inicio del campeonato. Por eso, cuando llegó el pitazo final de Diego Abal, se dio un festejo enfervorizado.

No es para menos, no suele darse esto en el fútbol de Santa Fe y por eso, quedó de manifiesto la ilusión y expectativa que hay, que desde ya hizo eclosión en la gente, que a la distancia siguió el partido en el estadio Bicentenario producto de la pandemia del coronavirus.

Colón recuperó la esencia y plasmó su hambre de gloria ante un rival calificado como Independiente y diezmado en defensa, con dos ausencias muy notable como Paolo Goltz y Bruno Bianchi. Se podía pensar en que sería un golpe anímico y sin embargo, el grupo mostró su fortaleza mental y no dejó dudas.

Será cuestión ahora se asimilar el lugar de privilegio al que se llegó para sacarse esa espina de no haber podido salir campeón. Deberá superar a Racing en todos los sentidos y los próximos días serán de pura adrenalina pensando en alcanzar la primera estrella en la Copa de la Liga Profesional. Pero el tiempo de de festejo merecido está y los jugadores así lo hicieron saber.