Si bien es cierto que no hubo una práctica formal para tener una base, se espera que este miércoles el DT ya sí tenga un poco más clara la probable formación para el desquite ante Atlético Mineiro.

Colón se embarcó bajo un mano de ilusiones hacia Belo Horizonte para disputar la vuelta de una de las semifinales de la Copa Sudamericana ante Atlético Mineiro. En la ida disputada en Santa Fe el Sabalero se impuso 2-1, por lo que tiene una mínima ventaja para intentar, lo que sería, la mayor proeza de su historia.

Existe una confianza suprema en el plantel y el cuerpo técnico, pero también hay cautela por ser un cotejo de alta exigencia. El Galo llegará con el sexto traspié en fila, aunque se presume que tendrá una predisposición más audaz en comparación a la que mostró en el estadio Brigadier López. La necesidad de salir a buscar el triunfo generará un importante asedio que ya se contempla de ante mano.

Un factor clave será mantener la concentración y, sobre todo, no cometer errores, que en este tipo de instancias se pagan caro. Así las cosas, el DT Pablo Lavallén ya tiene en mente la probable estrategia, aunque mantendrá el misterio hasta el último momento. Pero la historia no pasaría necesariamente por los protagonistas sino por el planteo.

Serían los mismos 11 que estuvieron en Santa Fe, pero podría existir algún retoque de último momento. Pese a lo que estaba en juego, Leonardo Burián estuvo igual en el duelo ante Lanús, pero como su desgaste es menor a otras posiciones, se trató de que siga en ritmo. La defensa ya casi se sale de memoria con Alex Vigo, Guillermo Ortiz, Emmanuel Olivera y Gonzalo Escobar.

En el medio Fernando Zuqui le ganó claramente la pulseada a Christian Bernardi por la derecha, pero con un despliegue que será fundamental cuando haya que recuperar la pelota. Federico Lértora será el eje, acompañado de un Rodrigo Aliendro que tendrá libertad para soltarse y ser un nexo con los puntas; mientras que Marcelo Estigarribia se movería por el andarivel izquierdo.

Finalmente, arriba están cantados los nombres: Luis Rodríguez y Wilson Morelo. Cuando se defienda será un 4-4-2, pero cuando ataque un 4-3-1-2. El tema a dilucidar es ver cómo se para en un campo amplio y seguramente con una importante presión del público en el Mineirao.

Lavallén dijo que no sería raro pensar en una idea de esperar en campo propio para salir y pegar de contra. Muy similar a lo que hizo Mineiro en Santa Fe. Sin embargo, será clave la eficacia y la precisión para dar el ansiado golpe. No hubo un entrenamiento para que avale estos indicios, pero si se tiene que ninguno estuvo ante el Granate, las chances son muchas para que estén desde el inicio.

Quizás este miércoles sí arme el bosque que podía ser el definitivo y así tener la propuesta para intentar salir el jueves, desde las 21.30, airoso para soñar con llegar a la final en Paraguay. ¿Equipo que gana no se toca?