Los chicos de las inferiores de San Lorenzo de Tostado cumplieron el sueño de poder ver de cerca a los jugadores del plantel profesional.
Una visita muy especial en Casasol.

El sueño de cada pibe que va detrás de una pelota es poder jugar en Primera División. Más aún si salen de algún pueblo o localidad de la provincia.

En ese camino muchas dificultades asoman pero cuando eso se hace realidad, salen a la luz muchas historias lindas de cómo resultó ese trayecto para integrar un plantel profesional.

La provincia de Santa Fe siempre fue una de las más productoras a nivel nacional, más allá de los clubes que actualmente participan de la Superliga.

Unión en el último mercado por ejemplo pudo vender a los hermanos Pittón, producto de sus canteras. Independientemente de los jugadores locales, cada año llegan a la pensión del club jóvenes de distintas latitudes que pretenden progresar en el fútbol.

En este caso, con el permiso pertinente, los chicos de San Lorenzo de Tostado se dieron una vuelta por la capital provincial y tuvieron la posibilidad de poder acceder al predio Casasol, para ver de cerca a sus ídolos, sacarse fotos, pedir autógrafos y pasar un grato momento.

Volverán a sus casas con una linda sensación y el sueño vigente de que tal vez en unos años alguno de ellos sean los que estén en la élite del fútbol argentino.