El 30 de junio finalizan varios contratos y hay un puesto donde Colón perdería mucho recambio por la depuración. De estar superpoblado a despoblado

La finalización de los contratos el próximo 30 de junio comenzó a ser el foco de atención en el fútbol argentino. Más que nada, porque la AFA determinó quitar los descensos y generó malestar en los jugadores, que entienden que eso le quita competitividad al torneo y, por si fuera poco, atenta con las opciones laborales. Se debe a que así los clubes podrían prescindir de contratar y hacer erogaciones, quedando muchos libres y con pocas posibilidades de incorporarse a clubes. En Colón tienen todo muy en cuenta, ya que hay varios nombres importantes que terminan su vínculo. El foco estaría en el medio, donde pasaría de estar superpoblado a despoblado.

¿Cómo es esto? Está claro que el plantel necesita una depuración y como viene la mano, algunos apellidos no seguirán en Santa Fe. El detalle es que la gran mayoría están en la zona media. Matías Fritzler es uno y, además de tener un vínculo oneroso, para la dirigencia ya tendría un ciclo cumplido. Pero también es cierto que el entrenador Eduardo Domínguez lo tiene en cuenta y eso genera dudas sobre su futuro.

Otro es Marcelo Estigarribia, que en sus últimas declaraciones reconoció estar muy cómodo en Santa Fe y le gustaría continuar, pero la dirigencia de Colón todavía no intentó acercamientos. También es del gusto del DT, pero tiene un alto contrato. Juega en su favor en este sentido su versatilidad: puede jugar de volante y lateral por izquierda, además de interno.

El caso más complejo es el de Fernando Zuqui, por el que hay una opción de compra inaccesible para Colón. La particularidad está en que si disputaba una determinada cantidad de partidos (no se tiene la precisión de cuántos) se activaba la cláusula de adquisición del 50% de la ficha que le pertenece a Estudiantes. Eso iba a cumplirse durante la Copa de la Superliga y, como todo se frenó por la cuarenta producto de la pandemia del coronavirus, Colón quedó desobligado. En consecuencia, es muy factible que no siga.

El colombiano Guillermo Celis ya tiene el alta médica tras su recuperación de la rotura de ligamentos cruzados y por eso el Sabalero no está emplazado a renovarle. Llegó por 18 meses de la mano de Julio Comesaña y, tras tener pocas chances, deberá regresar a Benfica de Portugal, dueño de su pase, que de igual modo lo negociaría.

Cuatro volantes centrales que podrían alejarse de Colón, quedando solo Federico Lértora, que llegó el año pasado luego que Colón le comprara el pase a Belgrano en cerca de 1.300.000 dólares. Está el pibe Tomás Moschión, pero prácticamente nunca fue tenido en cuenta; y Santiago Pierotti, al que utilizaron también como volante por derecha. Un dato no menor pensando en la vuelta del fútbol y en el tan controversial 30 de junio, que es materia de discusión en Argentina.

Después están también Gabriel Esparza (podría continuar) y Braian Galván (se irá a Colorado Rapids de Estados Unidos), que terminan sus arreglos, pero se desempeñan como extremos. Sin darse cuenta, Colón pasará de estar superpoblado a despoblado en esta cuarentena.