La SAF (Superliga Argentina de Fútbol) exige determinadas cuestiones a sus clubes. Es por eso que Unión formalizó la nominación de quien reemplaza a Marcelino Galoppo.

Walter Javier Minella, un profesional del riñón de Estudiantes de La Plata que llegó a Santa Fe recomendado por el secretario técnico Martín Zuccarelli, fue oficializado por el Club Atlético Unión como coordinador general de las divisiones formativas tatengues en la Superliga Argentina de Fútbol (SAF). Luego del alejamiento de Marcelo Galoppo (se cumplió un año de contrato y no se renovó), será el preparador físico quien asuma el desafío de la coordinación.

Más allá de la función específica de Minnella, no se descarta que Unión busque y contrate alguna figura de las llamadas “conocidas”. Incluso, hay un proyecto elevado por algunos dirigentes para que la famosa área de “Captación” de jugadores quede a cargo de tres ex jugadores, cuyos nombres no trascendieron.

Minnella, que arrancó en las divisiones inferiores de Estudiantes de La Plata e integró el cuerpo técnico profesional de Villa San Carlos en el ascenso, se fue ganando el respeto de los dirigentes que están siempre encima del fútbol formativo tatengue: Fabián “Curly” Brasca, Roberto “Tito” Mernes y Marcelo Piazza, por nombrar a los más importantes.

Desde el comienzo de esta nueva gestión de Luis Spahn se fueron generando cambios importantes. El primero, por ejemplo, fue reemplazar a Eduardo Magnín con el “Tato” Marcelo Mosset como entrenador de la división reserva de AFA.

Y lo dicho, no renovar el contrato de Marcelino Galoppo, que estaba como coordinador de las divisiones inferiores. Pero, además, la designación de Walter Minnella cuenta con un fuerte respaldo de Martín Zuccarelli, el mánager tatengue. Pero no sólo porque fue él quien lo recomendó, porque lo conoce, sino porque una de las cuestiones que solicitó la directiva es que el mánager también se involucre en la parte formativa de los jugadores del semillero rojiblanco.

Sin dudas que, más allá de los temblores con los dos últimos coordinadores del fútbol amateur tatengue (en el caso de Martín Ciccotello dejó el puesto y se fue con Kudelka a Chile; en cuanto a Galoppo, no se le renovó), el club apuesta con todo a los valores de divisiones inferiores. Sin ir más lejos, los casos de Comas y Nardoni están “fresquitos”, como los de Peano, Blassi y Ríos en el actual plantel.

Las ventas de Ema Brítez a Rosario Central y los hermanos Pittón a San Lorenzo, que se concretaron en el último mercado de pases, son los casos-testigo de cómo la economía del club se permite —al menos— respirar con las ventas de sus canteranos.

En este rubro determinante que son las divisiones formativas el gran sueño pendiente de los tatengues y acaso el desafío de esta gestión Spahn para los próximos años de gobierno es el predio. Porque más allá de Casasol, La Tatenguita y Los Molinos, el club necesita tener sus comodidades concentradas en un solo lugar. Se trata, más allá de la política institucional, un desafío personal del propio presidente tatengue.