Colón se quedó sin nafta, solo sumó 2 de los últimos 12 puntos en disputa. En las últimas dos fechas perdió el invicto primero como visitante y ahora como local. El rendimiento del equipo de Domínguez se desmoronó, productos de los bajos rendimientos y las ausencias. Desde la lesión de Ledesma solo le ganó a Sarmiento de Junín, Vera no está en todo su potencial físico, se quedó sin fútbol por el bajo nivel de Pereyra y volvió a dejar muchas dudas en defensa, con un pobrísimo rendimiento de Broun y una baja en la confiabilidad de jugadores como Ceballos y Conti.

A cuatro fechas del final se pone en tela de juicio el rendimiento general del equipo, vienen todas las finales: Central, San Lorenzo, Racing y River. Todos ellos rivales directos en el objetivo de jugar la libertadores.

Colón perdió este sábado ante Gimnasia, que arrastraba cinco derrotas en fila, por 2-1, con dos tantos de Nicolás Ibañez (Iván Torres había puesto en ventaja al Sabalero), y desperdició la chance de seguir peleando por ingresar en la Copa Libertadores. Fue el cuarto partido sin ganar y acrecentó su meseta en condición de local.

De arranque nomás, el Sabalero salió a hacerle sentir el rigor a su rival, fue así como Iván Torres se ganó rápidamente la amarilla por una entrada a destiempo. Una forma increíble de condicionarse, aunque fue como el despertador de un Colón, que después casi abre el marcador con una media vuelta que pifió Diego Vera dentro del área, cuando iban 9′. Pero sin darse cuenta, el local se descuidó un poco atrás y el Lobo estuvo cerca con un centro que no pudo controlar Fatura Broun, pero para su fortuna no entró por el segundo jugador por el segundo palo.
Los minutos fueron pasando y el elenco de Eduardo Domínguez fue adelantándose, con Facundo Pereyra recostado por la derecha y no como enganche como se presumía. A partir de allí armaron una interesante dupla con Christian Bernardi, que se movió de doble cinco. Con estos factores, no lograba de ser del todo claro para vulnerar al visitante, que de a poquito iba equiparando las cosas, principalmente abriendo el juego por las bandas. Fue así como Nicolás Ibañez se hacía más peligroso entrando por derecha, generando más de un dolor de cabeza.
Casi sin darse cuenta, Colón apretó el acelerador y, en un saque de arco, Vera la peinó para la aparición por sorpresa de Facundo Pereyra definió ante el arquero Martín Arias, pero su disparo dio en el palo, en lo que fue la más clara del partido, a los 24′. Gimnasia no se quedaba atrás y, de golpe y porrazo, se hacía dueño del juego, pero a los 31′ se durmió y, en una mala salida de Maximiliano Coronel, el que aprovechó fue Iván Torres, que lo anticipó y luego definió de gran manera ante Arias para poner el 1-0 para Colón.

Ponerse en ventaja le dio aire a un elenco Rojinegro que no estaba del todo cómodo en el encuentro, pese a haber estado cerca con la opción desperdiciada de Pereyra. A partir de allí encaró los restantes minutos del primer tiempo con otra tesitura, siendo más paciente en el manejo de la pelota y con el crecimiento de Diego Vera. Gimnasia, en tanto, se cayó un poco al perder un poco de profundidad en los últimos 25 metros. Así llegó el pitazo de Andrés Merlos, que determinó el cierre del primer tiempo, con una ajustada victoria parcial del local por 1-0.
En el arranque del complemento, Colón casi canta el segundo a través de Christian Bernardi, quien quedó frente a frente con Martín Arias tras un formidable pase de Facundo Pereyra, pero definió mal, cuando iban apenas 30″. Un arranque fulguroso del sabalero. Todo hacía presagiar que se vendría un partido repleto de emociones, pero lejos estuvo de ser así, ya que hasta los 15′ no pasó nada, hasta que el tripero arrimó mucho peligro con Ibañez. Así y todo y, después de pasar más de 500′ sin marcar, otra vez Nicolás Ibañez definió en un rebote tras un córner para poner el 1-1.

Este baldazo inesperado para Colón caló hondo, ya que inmediatamente fueron expulsados Eduardo Domínguez y un colaborador por acaloradas protestas, a instancias del cuarto árbitro. En pocas palabras, el partido se iba calentando cuando la tranquilidad era lo que primaba. El trámite se cayó en un pozo y daba la sensación que cualquier cosa podía pasar. Y fue ahí donde Fatura Broun se mandó una macana descomunal en una salida y le dejó la pelota servida a Ibáñez, que estableció el 2-1 para el elenco platense.

Indefectiblemente, los cambios comenzaron a llegar en un Colón que era un manojo de nervios. Tras cartón, el Lobo se dedicaba a jugar y tratar de tener la pelota para dejar pasar el tiempo. El descontento con Broun por parte de la gente se acentuaba cada vez más cada que vez tocaba la pelota, encima Gimnasia presionaba en las salida para generar aún más incertidumbre.
El final fue electrizante. Con 6′ de tiempo adicionado, Colón fue a la carga barracas con todo lo que tenía, llenando de centros el arco de Martín Arias, que agigantó su figura con dos patadas que tenían destino de gol. No hubo tiempo para más y Colón terminó perdiendo un partido increíble, el cual ganaba y dominada, pero por dos desatenciones, sumado al grosero error de Jorge Broun, dilapidó la posibilidad de seguir arriba y el sueño de llegar a la Libertadores cada vez más lejano.