Con sus armas, sin tanto ruido, San Lorenzo se encuentra en una febril persecución del puntero Boca. Pero en Córdoba el envión se quedó a mitad de camino. En el encuentro en el que pudo acariciar la cima, sonámbulo y sin reacción, el Ciclón perdió 2-0 con Talleres y se llevó el sabor amargo de una derrota que a la larga puede conspirar ante sus ambiciones de pelear el campeonato.
La caída en el estadio Kempes fue un cachetazo para los azulgranas, que buscaban quedar en lo más alto de la tabla, por lo menos hasta que el sábado por la noche juegue el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto frente a Colón. Al cabo, San Lorenzo se marchó de esta ciudad con sensaciones negativas frente a un adversario que sigue escalando en el lote de arriba.