Esta es la historia del único argentino que juega en el Real Madrid. La de un pibe que llegó a sus 10 años a la capital española desde Mar del Plata. Francisco Feuillassier, o simplemente Franchu tal como lo llama la familia desde que era un nene y como se lo conoce en el fútbol. Delantero de la categoría 1998, jugador del Real Madrid Castilla, la filial merengue, el mismo conjunto en donde ganó experiencia Santiago Solari para llegar a dirigir al primer equipo, a las mega estrellas.

Y ahí está Franchu, con su cara de nene de 20 que incluye sonrisa natural y un gesto angelical. Sencillo y amable, tenía muchas ganas de hablar con Infobae (es su primera entrevista con un medio argentino) porque sabe bien que poco se conoce de él en Argentina, su país. Tras formarse en el fútbol base de España, hoy es un profesional, un futbolista que está parado en el lugar en el que muchos quieren estar pero al que pocos llegan. Es el Castilla pero también es el Real Madrid y eso no es para cualquiera. Franchu tiene los cuidados, el entrenamiento y la exigencia de los mejores futbolistas del mundo, de hecho ya participó dos veces de la pretemporada de verano con el equipo de gala: la primera cuando debutó con Zinedine Zidane en 2017 y la última al mando de Julen Lopetegui, ambas en Estados Unidos.

La historia de los Feuillassier (se pronuncia Feulasier) comenzó en 2008 y tuvo su momento decisivo en 2009 cuando Francisco fue fichado por el Real Madrid tras entrenarse dos semanas por recomendación de Juan Esnáider quien lo conocía del club que gerenciaba en Mar del Plata, Cadetes de San Martín. Franchu llegó con su hermano Santiago quien también jugó en la cantera del club blanco. Pasó su niñez y su adolescencia en Madrid en donde se educó en distintos colegios públicos y vive en el sureño barrio La Gavia con sus padres, José Luis y Bettina quienes lo miman y lo esperan con la comida tras los entrenamientos. Su hermano es cuatro años mayor y actualmente juega en el ascenso de Italia. El quinto integrante de la familia es el perro llamado LeBron.

Pasaron ya 10 años desde que Esnáider les abriera el camino pero Franchu no olvida el momento en que se vistió todo de blanco por primera vez.

-Cada día que venía era un disfrute. Llegaba a la Ciudad Deportiva y disfrutaba. Era vivir un sueño. Fue un cambio grande pero como no tenía tantas raíces en Argentina, no me costó tanto. En definitiva llegué a un club que es lo mejor que te puede pasar a cualquier edad, por lo que se me hizo más fácil. Quizás para mis padres fue más difícil porque tenían más cosas en Mar del Plata.

-¿De qué jugabas al comienzo?

-En Argentina jugaba de 5 pero era muy chiquito para esa posición. Entonces acá me transformé en un extremo, en un jugador veloz para jugar por afuera.

-¿Cómo fueron los primeros años?

-Me entrené tres temporadas con las categorías Alevín y Cadete B y luego el club me comunicó que no me iba a tener más en cuenta. Entendí la decisión porque es normal, aquí hay mucha competencia y muy buenos jugadores que pueden estar en tu lugar, por lo que me tocó salir.

-En el momento en el que el Madrid dijo que no seguías, ¿pensaron en volverse a Argentina?

-No, no, no. Mis papás dijeron que si apostaban al cambio era con todo y eso se los agradezco siempre. Fue una decisión difícil pero seguimos adelante. Me fui a jugar al Rayo Vallecano en donde estuve 5 años. Luego se dio la posibilidad de volver al Real Madrid y fue imposible rechazarla. Me convocaron para el último año de Juvenil (el final de la etapa de inferiores) y salimos campeones. Ganamos el triplete: Liga, Copa del Rey y la Copa de Campeones.

Ese equipo que menciona Franchu, que lo tenía como delantero, era dirigido por Guti, otro hombre bien del Madrid. Aquella gran campaña catapultó al argentino al primer equipo que comandaba Zidane, quien no solo lo llevó a los entrenamientos con 19 años, sino que también lo hizo debutar en Copa del Rey. El 26 de octubre de 2017 ingresó ante el Fuenlabrada y un mes más tarde jugó por primera vez como titular en la revancha ante el mismo rival en el Santiago Bernabeu. Luego pasó a jugar en el filial que milita en Segunda B (tercera división de España). Cualquiera puede pensar que es un equipo de ascenso, pero el Castilla es mucho más que eso. En su zona está tercero en la tabla de clasificación y Franchu lleva anotados 3 goles en 10 juegos. El último que anotó fue un verdadero golazo, dándole desde la izquierda cruzado con rosca. Además, hasta hace tres semanas Santiago Solari era su DT.

-¿Cómo es un día en el Real Madrid?

-Estar acá significa que tenés que ser profesional las 24 horas. Es lo que pide un club como éste. Cada día, bien temprano, realizamos un control de peso. Es cierto que es muy exigente pero es lo que tenés que hacer para estar en esta institución tan grande. Luego hacemos una sesión de gimnasio, entrenamos en el campo y después nos dan la opción de la recuperación con los fisioterapeutas o en las piscinas. Con todo lo que nos dan, intentamos tener el mejor físico.

-Más allá de ser un equipo que compite en Tercera, todo es profesional…

-Los medios y las herramientas que nos dan son las mejores del mundo, por eso nos piden tanto. Creo que es lo normal: intentar dar el máximo y sacar nuestras mejores condiciones.

-¿Es duro el campeonato de la Segunda B?

-Muy duro, aunque eso nos ayuda a formarnos y nos sirve para crecer. Competimos contra gente más grande, con mayor experiencia y nosotros desde esta categoría intentamos pegar el salto a una división superior, lo cual es complicado.

-Cuando hablás de una categoría superior, ¿pensás en jugar en la Primera del Real Madrid o en permanecer en Europa?

-La Primera división del Madrid es difícil pero no imposible. Yo estuve en dos pretemporadas, logré tener mi debut oficial el año pasado y mi reflejo son los canteranos que están en el primer equipo: Dani Carvajal, Casemiro, Lucas Vázquez, Nacho. Ellos te hacen ilusionar con que la posibilidad existe. Claro que hay que trabajar para llegar a lo más alto posible.

Franchu recibió a Infobae en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, en Valdebebas. Es la primera vez que da una entrevista a un medio argentino. (Foto: Facundo Pechervsky)
Franchu recibió a Infobae en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, en Valdebebas. Es la primera vez que da una entrevista a un medio argentino. (Foto: Facundo Pechervsky)
-Ahora el entrenador del primer equipo es Solari, ¿eso te genera una mayor ilusión?

-El Madrid ilusiona esté quien esté. Es cierto que Solari me conoce y yo conozco su forma de entrenar; y también es cierto que él ya contó conmigo, lo cual me agranda la ilusión. Ojalá se dé algo durante la Copa del Rey (la revancha ante el Melilla es el 6 de diciembre y en la ida estuvo en el banco), es una oportunidad. Veremos si se da porque tanto en Primera como en el Castilla hay grandes jugadores.

-Hasta hace 3 semanas Solari era tu DT, ¿cómo es él?

-Es alguien sencillo, que te ayuda, que intenta que crezcas. Está muy encima y eso es bueno. Se acerca al jugador con un trato que siempre es necesario para que el futbolista esté cómodo y que pueda mejorar. Yo estuve con él una temporada y media y sentí que mejoré bastante.

-¿Y qué crees que le puede dar al primer equipo?

-El jugó acá también. Sabe que es un gran club, que es exigente, que la gente pide ganar partidos y títulos. Los jugadores saben también que él fue parte como hoy lo son ellos y creo que eso lo ayuda a que todo funcione mejor.

-¿En qué posición estás jugando?

-Por la izquierda, enganchando para adentro. Así se dio el último gol. También jugué el año pasado por derecha aunque es cierto que me siento más cómodo por el otro costado. De todas formas no importa en qué lado, yo quiero jugar. Intento desbordar y ayudar mucho en defensa porque es lo que te demanda el fútbol europeo.

-¿A qué jugadores seguís?

– A Lucas Vázquez y a Gareth Bale. Miro a los jugadores de primera que juegan en mi posición, los extremos. Los observo porque tengo que saber cómo hacer para estar en el lugar de ellos. Es muy importante seguir sus movimientos.

Más allá de que la mitad de su vida vivió en España, Franchu no perdió para nada el acento argentino. Da la sensación que aún estuviera en La Florida, su barrio ubicado a la entrada de la ciudad más importante de la costa argentina. De hecho entre risas reconoce que es más marplatense que madrileño. Si bien durante sus primeros cuatro años de experiencia europea no regresó a Argentina porque a los padres no les sobraba el dinero para los pasajes, él siempre mantuvo el contacto con su ciudad, principalmente con sus abuelas quienes lamentablemente fallecieron este año. Lidia, la mamá de José Luis, su papá, era quien tenía el ritual de tomar un pañuelo y atar varios nudos previo a cada partido de su nieto que seguía por internet. Si el Madrid ganaba o si Franchu convertía, ahí sí los desataba. La Tata, como la llamaban, hoy está presente en la foto del perfil de WhatsApp del juvenil. Los viajes a Argentina últimamente se repiten año tras año. Allí vuelve a ver a su madrina, sus tíos, sus primos y a su novia, quien por estos días está de visita en Madrid.

Con respecto a Argentina el interrogante es la Selección. Debido a la crisis institucional que transcurrió en AFA en 2015 y 2016 nunca fue convocado a un Sub 17 o un Sub 20. Los conflictos en el seleccionado y la falta de orden de aquellos años en los juveniles, dejaron sin funcionamiento el radar para que lo vean en España. Tampoco podrá formar parte del próximo equipo para menores de 20 que dirigirá Lionel Scaloni en Chile, porque es un año mayor. Es evidente que el no haber hecho inferiores en el país, le hizo perder visibilidad a un chico al que le sobran condiciones. Por eso, desmintiendo alguna creencia sobre su interés en jugar para la Roja u otra nación, Feuillassier, con tono sincero, deja en claro su sueño.

-¿Te ilusionás con un llamado de la Selección?

-Siempre. La ilusión estuvo y sigue estando. Siempre está.

-Llama la atención que no hayas estado en un juvenil, ¿hubo algún llamado, un sondeo?

-No, nada. Ni a mí, ni a mi familia, ni a mi representante. Simplemente creo que cuando pude haber ido, seguramente hubo otro jugador que estaba en un buen nivel y por eso no se dio. Pero nunca hubo un llamado directo.

-Cuando se habló del proyecto de montar un centro de entrenamiento en Marbella, se te nombró como ejemplo de los juveniles que hicieron su carrera en España y que podrían entrenarse en un lugar así.

-Sí, pero conmigo no se comunicaron. Hoy veo todo lejos. Soy joven y tengo mucho por delante. A lo mejor surge la posibilidad, mientras tanto debo seguir adelante, hacer las cosas bien acá y a partir de ahí podré pensar en un llamado.

-Y si te convocara España u otra Selección, ¿qué harías?

-No puedo rechazar ni decir nada, aunque yo siempre voy a esperar a Argentina. Mi prioridad es Argentina.

-Hincha de…

-De Racing, por mi papá y mi abuelo.

-¿Te gustaría jugar en la Academia en algún momento de tu carrera?

-Sí. Es mi sueño. Un ideal.