Los hinchas bancaron al equipo pese a la derrota con Atlético Tucumán y le transmitió a todo fervor su ilusión de ganar la histórica final ante Independiente del Valle.
La pasión del hincha de Colón no tiene límites. El fiel reflejo de esto lo produjo durante la semana en la que se realizó el canje de entradas en Santa Fe, haciendo horas de espera desafiando al calor, la lluvia y vaya a saber cuántas cosas más. Ya no existe un calificativo que encaje y lo que está viviendo lo ilusiona cada vez más.
Este sábado el equipo perdió su segundo partido en fila en la Superliga contra Atlético Tucumán y pareció no importarte. Cayó un diluvio al momento del cotejo y así y todo, llegó al Brigadier López a brindar su apoyo y transmitir, claro está, las ansias de gritar campeón el próximo sábado 9 de noviembre cuando se mida, desde las 17.30, ante Independiente del Valle de Ecuador en la Nueva Olla de Asunción en la final de la Copa Sudamericana.
Por ni bien pitó el final el árbitro Jorge Baliño, desde las tribunas no bajaron insultos sino todo lo contrario, una emotiva bancan que fue sentida en carne propia por el entrenador Pablo Lavallén cuando se iba a los vestuarios.
Una caricia al alma y una inyección anímica que vale mucho para intentar romper el molde y sumar su primera historia al cabo de 114 años de vida.
