Ambos equipos ingleses aspiran a llevarse el trofeo más prestigioso de Europa a nivel de clubes. En el estadio habrá solamente 12 mil espectadores y se espera que Sergio «Kun» Agüero esté en el banco de suplentes.
Manchester City, dirigido por el catalán Josep «Pep» Guardiola y con el argentino Sergio «Kun» Agüero entre los suplentes, se medirá hoy con el Chelsea en una final inglesa de la Liga de Campeones que consagrará a un nuevo monarca del torneo más prestigioso de Europa a nivel de clubes.
La final se jugará en el Estadio do Dragao, en la ciudad portuguesa de Oporto, con capacidad para 50.033 espectadores, aunque debido a la pandemia de coronavirus solo habrá 12.000, a partir de las 16:00 (hora de la Argentina), con el arbitraje del español Mateu Lahoz y televisación de la señal ESPN.
En caso de que la final concluya igualada al término de los 90 minutos, se jugará un alargue de 30 minutos y de subsistir el empate se determinará el campeón con remates desde el punto penal, hecho que se dio siete veces desde que existe la Liga de Campeones (1992-93) y cuatro cuando se denominaba Copa de Campeones de Europa (entre 1955/56 y 1991/92).
Para el Chelsea será la tercera final de Liga de Campeones de su historia. La perdió en 2007/08 ante el Manchester United y en 2011/12 la ganó ante el Bayern Múnich alemán, en ambos caso con definición en serie de penales, mientras que para el City será su primera ocasión para conquistarla.
Cada equipo podrá contar con 6.000 hinchas y en el caso del Manchester City el propietario del club, el jeque Mansour Bin Zayed al Nayan, pagará los gastos de desplazamiento de los aficionados que se trasladen a Oporto.
En el City, actual campeón de la Premier League, se espera que el «Kun» Agüero integre el banco de suplentes con la posibilidad de jugar un puñado de minutos en su despedida, ya que desde la próxima temporada jugará en el Barcelona junto a Lionel Messi.