La atleta subcampeona en lanzamiento de bala habría violado la Regla 50 del reglamento olímpico que prohíbe manifestaciones políticas, religiosas y raciales.
El Comité Olímpico Internacional (COI) estudiará un gesto de la estadounidense Raven Saunders al recibir la medalla de plata en la prueba de lanzamiento de bala, bajo sospecha de haber violado la Regla 50 de su normativa que prohíbe manifestaciones políticas, religiosas y raciales.
Cuando estaba en el podio, Saunders cruzó los brazos por encima de su cabeza, formando una cruz, con la intención de indicar «la intersección en la que se encuentran todos los que están oprimidos», admitió después.
La Regla 50 del COI estipula que la Villa Olímpica y las demás sedes y sitios de los Juegos deben centrarse en el deporte y permanecer libres de publicidad o cualquier tipo de manifestaciones políticas, religiosas o raciales.
Saunders, de 25 años, es un símbolo del colectivo LGBTIQ+ y un ejemplo de superación ya que, según confesó en 2018, sufrió graves problemas mentales que la pusieron al borde de quitarse la vida.
La estadounidense superó un cuadro de depresión, ansiedad y estrés postraumático e inició su preparación para los Juegos Tokio 2020, en los que acaparó la atención por la utilización de una máscara de Hulk, el superhéroe con el cual se la identifica.
«Para mí haber ganado esta medalla y que pueda servir de inspiración al colectivo LGTBIQ+, a las personas con enfermedades mentales y a las minorías negras significa todo», reconoció tras la premiación.