El DT de Independiente celebró el ascenso y aseguró que si no se conseguía “era fracaso”. De cara al futuro, consideró que “habrá que traer refuerzos de primer nivel para mantener la categoría”.
No pudo ser en el primer intento porque se lo llevó Pucará; tampoco en el segundo, ya que festejó El Cadi. La tercera fue la vencida y ahora toda la familia roja está de festejo.
Cuando las primeras celebraciones comenzaban, el entrenador Luis Abdeneve dialogó con santotomealdia.com.ar y dejó algunos conceptos sobre la campaña que devolvió a Independiente a la elite liguista después de 18 años.
“No se dio de la manera que queríamos porque 11 contra 8 no es partido, pero creo que Independiente ascendió por todo lo que hizo durante el año”, afirmó el DT en medio de la algarabía generalizada.
Para el “Turco” el equipo realizó méritos para conseguir el ascenso: “Tuvimos 15 partidos invictos en los que el equipo se pudo afianzar. No terminamos jugando de la mejor manera, pero sí convencidos de que habíamos hecho las cosas bien para ascender”.
Sin embargo, reconoció que “si no lográbamos el ascenso, todos los méritos iban a quedar a un lado”. Y agregó: “Así es el fútbol, si hoy no lográbamos el ascenso iba a ser un fracaso”.
“Había que ascender o ascender, si no era fracaso. Sabemos que en el fútbol la pelota puede pegar en el palo y entrar o salir pero si no ganás fracasás. Cuando agarrás un equipo te trazás una meta y la tenés que cumplir”, profundizó.
Consultado si en algún momento temió que el partido se le escapara de las manos, afirmó que “con el empate aparecieron los fantasmas de siempre. Fue un error nuestro y significó un golpe anímico fuerte. Por suerte pudimos hacer el 2 a 1 rápido. Pero creo que si a ellos no les echaban a tres jugadores iba a estar peleado hasta lo último”.
Precisamente, el psicológico fue uno de los aspectos que más debió trabajar su cuerpo técnico durante la semana. “El 4 a 1 del domingo golpeó fuerte, porque no es lo mismo que perder 2 a 1, por más que los últimos dos goles hayan sido en tiempo de descuento. Las derrotas abultadas golpean en lo anímico”, explicó.
“El lunes hubo autocríticas, peleas en el buen sentido y todo eso sirvió. Yo creo que las autocríticas son buenas porque si no un equipo no puede mejorar, por más que sean duras a las cosas hay que decirlas”, completó.