Tras la larga reunión de este lunes en las oficinas de la calle Viamonte, donde 27 clubes de primera firmaron un acta compromiso en la búsqueda de poder superar la crisis en AFA y que pueda comenzar el campeonato el próximo 12 de febrero, La Red 96,7 Santa Fe, consultó al Dr. Macelo Martín representante de Unión sobre lo que viene en los próximos días para el fútbol argentino.
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El domingo pasado, Marcelo Tinelli habló con Fernando De Andreis, secretario general de la Presidencia y último jefe político del Fútbol Para Todos. El animador y el funcionario acordaron «acelerar» el proceso para firmar la rescisión del convenio que estatizó las transmisiones de los partidos, y que rige hasta septiembre de 2019. La salida de ese contrato es condición necesaria y fundamental para poder firmar con alguno de los dos interesados en invertir en el fútbol argentino: Fox/Turner y ESPN.
Las empresas también aceleraron. «El martes próximo [24 de enero] habrá una reunión con el gobierno argentino para seguir avanzando hacia un acuerdo definitivo», confirmó a la nacion Carlos Martínez, presidente de FOX Networks Group Latin America. En el cónclave, que se realizará en la Casa de Gobierno, estarán Fox, Turner, De Andreis y Fernando Marín, el último coordinador del Fútbol Para Todos. Las dos empresas estadounidenses presentarán una «propuesta mejorada» que fue pulida ayer en Miami. Esta nueva oferta incluye un aumento en el monto básico que recibirán los clubes -originalmente era de $2200 millones; ahora podría estirarse hasta los $2700 millones- y un ingreso variable, que dependerá de los nuevos abonados del sistema de cable y del rating de las transmisiones, cercano a los $500 millones. El número se acerca bastante a los $3500 millones que tenían en la cabeza los dirigentes de la primera división. Pero ambas empresas vendrán con un pedido: seguridad jurídica. O, lo que es lo mismo, que se extinga el contrato del Fútbol Para Todos. Al día siguiente, el miércoles, Fox y Turner negociarán con los clubes. Hablarán de un contrato por los próximos cinco años. Y empezar a transmitir en agosto, con el debut de la Superliga.
Mientras el Gobierno hace su trabajo y recibe a las empresas, los clubes deben ponerse de acuerdo para salirse del convenio. En este sentido, el propio Tinelli envió un mensaje al grupo de Whatsapp que integran todos los presidentes de primera. Los citó para el lunes a las 16 en la AFA. Su plan es conseguir apoyo suficiente como para que el Comité de Regularización que gobierna el fútbol argentino acepte llamar a una Asamblea para cancelar el contrato de TV con el Gobierno. Los integrantes del Comité de Regularización ya saben del plan de la primera división. Y están dispuestos a colaborar.
Los más optimistas creen que el lunes puede haber hasta 25 clubes (de los 30 que componen la primera división). Tinelli sabe que Daniel Angelici, presidente de Boca, no lo traga. Y, junto con el ascenso, hará lo imposible para que el animador no se lleve los laureles de la negociación con la TV. Angelici, Víctor Blanco (presidente de Racing) y Hugo Moyano (presidente de Independiente) aún no respondieron a la convocatoria del lunes. Y nadie sabe si irán. O si harán rancho aparte en Mar del Plata.
«Todo muy lindo, pero ¿cómo arrancamos a jugar? ¿Cuándo aparece la plata?», se preguntó un directivo de primera al enterarse de este escenario para los próximos días. «Estaríamos dispuestos a acelerar los pagos para ayudar a los clubes», afirmaron en una de las empresas interesadas. Así, Fox y Turner adelantarían alrededor de $1000 millones (a cuenta de los ingresos futuros) que irían directamente a los clubes. Con ese dinero, más los $530 millones de la rescisión que se firmará con el Gobierno, la AFA recibiría un total de $1530 millones por los partidos del primer semestre de 2017.
Esos encuentros se verán por los canales de aire, como hasta ahora. El 13 y Telefé se quedarán con los partidos más atrayentes. El resto irá por la TV Pública o el 9. Todos, con producción propia. De hecho, las emisoras comenzaron con la renovación de los contratos de periodistas y productores, la mayoría vencidos a fines del año pasado. En Capital Federal y Gran Buenos Aires los partidos se verán por TV abierta gracias a que en agosto de 2016 Radio Televisión Argentina (RTA, que depende de Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos) firmó un contrato de un año con los canales. Fueron $280 millones a cambio de los derechos de los partidos. Los canales pagaron la mitad, y en 2017 abonarán el resto. Esos $140 millones integran la rescisión del Fútbol Para Todos que el Gobierno depositará en la AFA. A esa cifra hay que sumarle otros $40 millones correspondientes al segundo semestre del contrato de Axion Energy como sponsor principal del torneo, y $350 millones de la cuota de diciembre de la TV, que la AFA les prometió a los clubes y jamás pagó. Ése es el desglose de los $530 millones que integran la rescisión.
A fin de este semestre, la TV del fútbol volverá a ser premium: habrá que pagar para ver los partidos más atrayentes. Las empresas interesadas en transmitir los partidos avisaron que un torneo de primera con 30 equipos «es inviable» y que la reforma del campeonato de la máxima categoría es un asunto importante. El torneo de primera que arrancará en agosto podría ser el primero de la Superliga. Y, también, el último torneo de transición: se pasará a un calendario anual febrero-diciembre, en sintonía con la Conmebol. ¿El primer torneo de la Superliga promoverá los descensos en masa, para alivianar la dotación de equipos en primera y llegar más rápido a los 20 o 22 clubes en la élite? «En concreto, nunca se resolvió nada sobre el tema. Sólo se dijo en alguna reunión que era una idea», contó un dirigente que estuvo en la génesis de la Superliga. En ese momento no había oferta concreta de Fox y Turner. Y tampoco, una necesidad urgente de dinero como la que ahora tienen los clubes.
Estatuto y elecciones, los próximos pasos en la agenda
La ruta hacia la normalización de la AFA tiene dos mojones marcados a fuego: el primero es la reforma del estatuto. El segundo, la Asamblea para elegir al próximo presidente. La FIFA mandará el lunes próximo sus objeciones al estatuto trabajado en Buenos Aires durante los primeros días de noviembre. «Será un documento lavado», anticipan en la AFA. Eso quiere decir que no habrá definiciones con respecto al tema que más polémica sembró: la cantidad de representantes del ascenso y del fútbol del interior en la nueva Asamblea. Según lo que pudo averiguar este diario, la FIFA dejará que los dirigentes de las diferentes categorías «lleguen a un consenso» en la representatividad. Habrá 15 días para lograrlo, ya que el 6 de febrero el estatuto debe volar a Suiza. Allí, en Zürich, la FIFA le dará la redacción final. Tendrá en cuenta las sugerencias de la AFA, pero puede modificar la distribución de los votos en forma unilateral. El estatuto debería ser aprobado en una Asamblea el próximo 14 de marzo. El Ascenso Unido, que en todo momento se mostró contrario a la disminución de sus representantes, estaría dispuesto a aceptar una reducción a cambio de un pacto político que le garantice el poder en la AFA. Su candidato a presidente sigue siendo Claudio Tapia.
Mientras tanto, los referentes del ascenso siguen trabajando en los escritorios. El Tribunal de Disciplina emitió su fallo sobre la Asamblea Extraordinaria pedida por 50 asambleístas a principios de año. El órgano que preside Fernando Mitjans habilitó a la Inspección General de Justicia (IGJ) para que, con los argumentos del pedido a la vista, definiera qué hacer. Además, el tribunal les reclamó a los directivos del fútbol argentino que dejen de lado las diferencias entre ellos y busquen un consenso. La pelota está del lado de la IGJ, un órgano que depende del gobierno.
La FIFA, por su parte, observa a la distancia lo que ocurre con la AFA y sus vaivenes. Ya le dejaron en claro a los integrantes del Comité de Regularización que las elecciones deben realizarse con el estatuto reformado. E incluso pusieron una fecha: el 28 de abril. Si la IGJ decide darle la derecha al ascenso y concretar el llamado a Asamblea Extraordinaria para el 15 de febrero, la FIFA podría tomar una decisión drástica. O amenazar, por enésima vez, con sanciones para el fútbol argentino. Después de todo, la AFA es una de las asociaciones miembro de la FIFA y debe respetar lo que aquella le pide. Los próximos días serán cruciales para el futuro de la AFA.
El futuro
1) Más ingresos. Además de lo que pague la TV, la primera división proyecta conseguir alrededor de $300 millones por el streaming (transmisión por internet) y otros $200 millones por el nuevo sponsor principal.
2) En busca de dinero. Más allá de lo que suceda con la rescisión del Fútbol Para Todos, la AFA quiere conseguir recursos propios para pagar los $350 millones que les debe a los clubes. Javier Medín, vicepresidente del comité de regularización, busca dinero en Estados Unidos.
3) Un mar de deudas. Para poder incorporar, los clubes deberán pagar el 15% en efectivo del total de su deuda con AFA. El atraso global es de $1150 millones.