El clásico santafesino, tan esperado, y tan poco jugado, finalizó igualado. El 1 a 1 (Correa en el PT, para Colón, y Ortíz, en contra, para el tatengue) terminó dejando un sabor amargo al local porque fue perdiendo cuando no lo merecía e igualó por un error infantil de la defensa sabalera. En el balance, Unión hizo merecimientos para no perder. Comenzó más ordenado y más ambicioso. Colón esperó, pocas contraatacó y encontró en una jugada aislada la diferencia que lo ponía al frente al marcador.


El complemento no modificó demasiado los planes de los rivales. El local siguió intentando -ahora con menos precisión- y Colón en la cómoda posición de esperar, cada vez más cerca de Domínguez. El arquero, figura del cotejo, mucho tuvo que ver con el punto que se llevó el sabalero.