El volante, que no será parte del próximo proceso y a partir de este sábado queda libre, rompió el silencio y resaltó que vivió «tres años y medio maravillosos» en Santa Fe

En la vuelta a los entrenamientos, la noticia más importante en Colón la dio a conocer el entrenador, Eduardo Domínguez: «Lo hablamos con el presidente, de que Pablo Ledesma no iba a estar en consideración para la nueva etapa». Sin dudas una frase que retumbó en todo Santa Fe y que rápidamente se extendió al resto del territorio nacional.

Al final la Superliga era incógnita saber cuál sería el futuro del volante, que no había jugado demasiado en la recta final, dejando en claro que para el DT ya no era una pieza fundamental. Esto quedó ratificado en el inicio de la pretemporada y por eso comienza una historia, la de Ledesma lejos del Sabalero. Después de esto, muchos esperaban escuchar las sensaciones del cordobés, pero no pudo ser posible.

Justamente este sábado finaliza su contrato con la institución y decidió romper el silencio en una entrevista realizada en FM 96.7 La Radio del Fútbol en Santa Fe: «Colón durante varios años no tendrá problemas con el promedio. El primer año lo hicimos bien, donde se nos escapó el ingreso a la Copa contra Belgrano por un gol y ni hablar de haber ganado siete partidos seguidos, algo que se dio por primera vez en la historia del club. Por suerte fui parte de eso. Mantuvimos un invicto de 10 partidos también, así que me voy futbolísticamente de la mejor manera y con los objetivos que me tracé cumplidos. Me hubiese gustado conseguir varios más, pero las cosas son así. Conforme con lo que se hizo y espero que la gente que confió en mi piense de igual manera».

Típico a su estilo, de palabras cortas y sin demasiados rodeos, prefirió no ahondar en detalles respecto al por qué de su partida: «La única realidad es que se me termina el contrato y el club está en todo su derecho de considerarme prescindible. Esto funciona así y en mí caso no se renovó. Le estoy muy agradecido a todos los que me abrieron las puertas y que me trataron muy bien. Fui feliz en Colón. Fueron tres años y medio maravillosos. Siempre digo que no paso por los clubes buscando reconocimiento ni admiración sino simplemente respeto, así que feliz».

«Son ciclos que se cumplen. Sinceramente estaba muy cómodo acá, pero quizás ahora se abran nuevos desafíos para mí. Así es la carrera del jugador y tiene que seguir. Amo lo que hago, es mi pasión y por eso sé que en algún lado lo haré, disfrutándolo de la misma manera que lo hice en Santa Fe», agregó.

En otro tramo de la charla, consideró: «Siempre resalto de Colón el valor humano que existe, desde los dirigentes y empleados, a los que fueron mis compañeros. Hay ganas de seguir fortaleciendo este crecimiento y me alegra saber que hay gente que se encariña con lo que se encuentra. Cuando me tocó llegar, realmente no estaba en plenas condiciones futbolísticas, pero a medida que fue pasando el tiempo me acomodé. Ahora Colón está en una posición de privilegio, como es jugar una copa internacional y ante un rival con mucha historia (San Pablo). Más allá de que no me tocará estar, siempre tendré al club presente».

Justamente contó una detalle que resalta el arraigó que tiene ya con la capital de la provincial y el club: «Cuando llegamos tenía indeciso a mí hijo para saber de quién era hincha y hoy es fanático de Colón. Casualmente le dije el otro día que «papá se va y en algún momento puede tener la chance de enfrenarlo. ¿Quién querés que gané?» y me respondió: «Ojalá que gané Colón». Así que le importó poco como le vaya al padre (risas). Será imposible olvidarme de Colón».

Pese a que el diálogo fue por muchos rumbos, nuevamente cayó en lo del comienzo: «Los jugadores estamos acostumbrados, porque estas cosas pueden pasar en cualquier momento. Me trataron muy bien en el día a día. Una ciudad en la que estuvimos muy a gusto y por eso solo tengo palabras de agradecimiento para el hincha, que en todo momento fue respetuoso conmigo y eso es lo principal que me llevo. De mi futuro mucho no voy a hablar. Si sé que amo jugar al fútbol y seguramente tendré un nuevo lugar».

Se habló en su momento de un posible cruce con el entrenador por no haber jugado un Clásico, pero se plantó y desestimó todo: «Son decisiones ajenas a uno. Como jugador me duele no poder jugar esos partidos, como también me jodió haberme perdido uno por una expulsión. Pero es algo común, porque uno siempre quiere estar. Me hubiese gustado más que nada que el equipo gane amén de los nombres propios. Me tocó estar en la victoria en cancha de Unión (2-0). En lo partidos importantes creo que estuve a la altura y siempre me sentí partícipe. Ese día estaba (1-1) para sumar, pero después es el entrenador el que tomas las decisiones por más que nos las comparta. Entonces las acepté sin problemas.

En el final, manifestó: «Me da tranquilidad que todos saben quién soy y la forma en que me manejé. De lo respetuoso que fui con el club, porque no vine de vacaciones y ni por dinero, sino a hacer las cosas bien. Solo tengo palabras de agradecimiento para todos. Recibí muchos mensajes de saludos y por eso el aporte humano está cumplido».