Con apenas seis titulares en su formación inicial, sacó adelante un partido complicado ante Universitario de Rosario y junto a Jockey, lideran el sector principal del certamen.

En el marco de la séptima jornada del Top 10 del Regional del Litoral 2019, organizado conjuntamente por las Uniones Rosarina, Santafesina y Entrerriana de Rugby, CRAI venció ayer al Club Universitario de Rosario, por 22 a 15, con lo cual comparte el liderazgo con Jockey Club de Rosario.

Amén del satisfactorio resultado final, emergen de la producción del plantel conducido por Alejandro Capobianco y Federico Fernández, un cúmulo de aspectos altamente positivos.

Ante todo, debe consignarse que con la clasificación ya asegurada, hubo solamente seis habituales titulares en la formación inicial de los santafesinos. Entre ese quince inicial, se produjeron tres nuevos debuts: el pilar Joaquín Berón, el segunda línea Pablo Ferreyra y el apertura, Valentín Colli, quienes estuvieron a la altura de la circunstancias.

Obviamente, esta rotación permite oxigenar a los jugadores que acumulan mayor cantidad de minutos en una competición de alta exigencia; como así también, cuidar a quienes presentan algunas molestias, fundamentalmente musculares.

En ese contexto, y más allá del penal inicial de los locales, fue Universitario de Rosario el que lució mejor posicionado en el campo de juego, aferrándose a las características que desde siempre lo distinguieron, más allá que no atraviese por una situación de privilegio.

Nadie debe dudar que con virtudes y defectos, la entidad rosarina ejecuta un juego ordenado, con evidentes signos de capacidad en sus ejecutantes. Así llegó a su ensayos inicial y a varias situaciones que fueron desbaratadas por la solvencia defensiva de su anfitrión.

Por su parte, CRAI tuvo inconvenientes fundamentalmente en el line-out y en el juego de contacto, por lo que le costó en demasía recuperar o sostener la posesión de la pelota. Además, en las aisladas ocasiones en que logró conectarse adecuadamente, no pudo transformarlo en puntos, por falencias propias.

Nueve pérdidas de posesión en la etapa inicial, nos precisaron desde el staff: demasiado para un equipo como CRAI, que debió resignarse al 3 a 10 con el que se cerró la etapa inicial.

El complemento

Ya desde los primeros minutos del segundo tiempo, quedó evidenciado que CRAI mejoraría su desempeño: rápidamente, con recuperada precisión y velocidad adecuada, se fueron gestando acciones propias de su admirable presente.

Por ende, no tardó en arribar el ensayo de José Gálvez (una de las figuras del partido), que con el goal de Alejandro Molinas (h) estableció la igualdad. Pocos minutos después llegó la segunda conquista, que con bastante certezas, permitió vislumbrar una notoria evolución en la producción santafesina.

Lejos de amilanarse, Universitario no solo defendió con bravura, sino que mantuvo firmes sus convicciones ofensivas, mientras el contenido ganaba intensidad, pero también equivocaciones en la toma de decisiones.

A cinco minutos del cierre surgió el tercer try local, lo que virtualmente aseguró el resultado; pero además, abrió las puertas de la ilusión de conseguir el punto bonus, que lo hubiese depositado en el liderazgo en soledad del torneo.

La actitud rosarina encontró su merecido premio en el try que acotó la diferencia y permitió conseguir un punto de puede transformarse en importante, a la hora de intentar mantenerse entre los mejores.

CRAI ganó de manera inobjetable y es el único equipo que hasta aquí suma 6 victorias, sobre siete presentaciones. Haberlo conseguido con un número importantísimo de jugadores que apenas están asomando en exigencias tan elevadas, es una satisfacción especialmente disfrutable.

Como se lo hicieron saber a los jugadores, los aplausos que de los cuatro costados de la impecable cancha número 2 (la principal se preserva por el Mundial M20) coronaron una actuación que merece el mejor de los reconocimientos.

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