El DT mantuvo una reunión con los dirigentes y su continuidad como entrenador dependerá de lo que suceda, en principio, el jueves en la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Los cuestionamientos al entrenador Pablo Lavallén están a la orden del día en Colón. En la atención a la prensa previo al encuentro contra Huracán el DT mencionó que la «prioridad es la Superliga», atendiendo a la necesidad de sumar para escaparle al descenso. Pero el equipo volvió a flaquear y recibió otro duro golpe al perder 2-0 ante Huracán, al que le alcanzó con muy poquito.

Está claro que lo anímico cumple un factor preponderante y, ante cada mazazo, no hay reacción. Por eso es que hace rato que no puede dar vuelta un partido. Hoy el triunfo ante Argentinos como visitante por la Copa Sudamericana parece un oasis en el desierto, porque el Sabalero nuevamente mostró las mismas dudas del semestre pasado y, pese a que a los protagonistas les cuesta admitirlo, es un calco y por eso la racha llegó a los 13 partidos sin triunfos.

Los medios santafesinos se quedaron esperando al DT para tener su análisis post duelo en Parque Patricios, pero fue el último en irse cerca de las 12 y sin dar declaraciones. El ánimo no era el mejor y solo se pensaba en poner la cabeza en frío y analizar qué es lo mejor.

Hay un alto grado de disconformismo en la dirigencia y por eso este sábado por la tarde, justo en la vuelta a los entrenamientos, hubo una reunión con el conductor rojinegro. Por lo que se pudo saber, no existió renuncia ni despido, pero si un emplazamiento.

Lavallén se jugaría su continuidad en el cruce contra Zulia de Venezuela, pasando a ser fundamental la ida del próximo jueves. Si sale airoso, tendría una chance más, pero si se vuelve con un revés, quizás el desencadenante podría ser otro. Vale recordar que la semana entrante no habrá actividad oficial a nivel local por las elecciones presidenciales, por lo que habrá por delante primero la revancha internacional en el Brigadier López.

La danza de nombres para sucederlo en el puesto ya comenzó, pero la realidad es que hay que ser cautos en este sentido, ya que todavía sigue al frente de Colón, aunque con poco margen de error. Habrá que ver si vuelve a aflorar la «mística copera» en busca de la levantada o se agudiza una crisis deportiva que no se vive desde 2014, cuando el Sabalero descendió.