El lunes 16 de marzo de 2020 Colón jugaba ante Rosario Central por la 1ª fecha de la Copa de la Superliga. Ese día Eduardo Domínguez comenzaba su segunda etapa al frente del Sabalero. Y el dato relevante, era que el equipo se encontraba en zona de descenso.
El equipo estaba inmerso en una crisis futbolística, hacía casi dos años que no ganaba en condición de visitante y acumulaba 10 partidos sin ganar, con ocho derrotas y dos empates. Pero además, en los últimos siete encuentros apenas había marcado un solo gol.
En ese contexto desastroso, la dirigencia de Colón fue a buscar a Domínguez. El desafío no era para nada sencillo, la sensación era que el Sabalero tenía todas las chances de perder la categoría. Pero la supresión de los descensos descomprimió la situación, aunque antes con el triunfo 3-1 ante Central, Colón salía de la zona roja.
Ese día la formación sabalera fue la siguiente: Leonardo Burián; Alex Vigo, Bruno Bianchi, Emanuel Olivera, Rafael Delgado; Fernando Zuqui, Rodrigo Aliendro, Matías Fritzler, Marcelo Estigarribia; Tomás Chancalay y Wilson Morelo. Los goles fueron marcados por Delgado, Morelo y Chancalay.
Un año después, seis de los que fueron titulares ese día ya no están en el plantel (Vigo, Olivera, Zuqui, Fritzler, Estigarribia y Chancalay). Dos están lesionados (Morelo y Bianchi) y los únicos tres que se mantienen en la formación titular son: Burián, Delgado y Aliendro.
Pero además, Colón dejó de pensar en salir de la zona del descenso y ahora el objetivo es pelear el campeonato. Ya lo afirmó el propio Luis Rodríguez luego del triunfo ante Estudiantes. El objetivo cambió radicalmente, y tiene argumentos como para ilusionarse.
Desde la vuelta de Domínguez, Colón jugó 18 partidos, cosechando 12 triunfos, dos empates y cuatro derrotas. De este modo, obtuvo 38 puntos sobre 54 en juego, con una eficacia del 70%. Números impactantes que contrastan con las estadísticas anteriores al arribo de Domínguez.
En consecuencia, en un año de pandemia y de crisis económica. Colón fue a contramano de todos, salió de una crisis que asomaba terminal y hoy atraviesa uno de sus mejores momentos de los últimos años. Pasó de mirar la tabla de abajo a mirar a todos los rivales desde lo más alto.
La llegada de Domínguez fue decisiva, para que el Sabalero se sobreponga al coronavirus. El panorama era complejo, ya sea en lo deportivo como en lo económico. Pero las fichas se acomodaron y ya nadie habla de crisis, a un año de la vuelta de Domínguez y del inicio de la pandemia, el equipo rojinegro se inmunizó y disfruta de estar arriba de todos.
Mariano Cassanello- UNO Santa Fe