El técnico no esquivó la consulta sobre un «supuesto» nuevo encontronazo con jugadores del plantel una vez consumada la derrota ante Tigre.

El entrenador Pablo Lavallén apenas unos minutos después de golear a Acassuso salió del vestuario de Temperley y enfrentó los micrófonos para dejar muchas frases jugosas.

En el comienzo ponderó que «era necesaria esta victoria, me quedo con lo bueno que se hizo con Tigre, enfrentamos a un rival complicado con una racha muy buena, durante 45′ le hicimos daño, después es fútbol y te cobran dos penales, los jugadores lo sufrieron como todos pero era hoy una prueba de fuego, si ganábamos el partido seguramente para mucha gente será nada y si lo perdíamos había muchas cosas en juego, demostramos cáracter contra un rival físico».

Y se metió de lleno en Acassuso y la manera en la que armó un equipo con 10 cambios respecto al revés sufrido en Victoria. En este sentido expresó que «en realidad al jugar con un equipo de otro categoría, a veces no se gana por un bueno juego, sino por una pelota parada, los jugadores que terminaron el domingo no los venía en el mejor estado, de hecho Heredia salió de vuelta por una molestia y Hernández por cansancio, cuando uno dice que el equipo está a fin de temporada parece una excusa, los cambios son obligados, sabía que teníamos que poner un equipo fresco y guardar piezas importantes, pensaba que iba a ser de segunda pelota, mucho roce y golpes, necesitaba un equipo fresco y lo hicieron bien».

En todo momento, Lavallén subrayó que «yo evalúo funcionamiento, me parece que con Tigre el equipo hizo un muy buen primer tiempo, el penal nos desconcentró habíamos jugado un partido donde a Leguizamón y Bernardi le sacaron pelotas en la línea, podía haber terminado 4-0 ese primer tiempo, todo lo malo se encarga la gente o la prensa de remarcarlo cuando hay una derrota, hoy no hicimos un partido maravilloso, fue correcto y tratando de igualar las intensidades, pegamos en los momentos justos y estuvimos sólidos, si me das a elegir lo más parecido seguramente los 45 iniciales con Tigre, sirve para la gente, para el club, es un resultado y yo analizo funcionamiento, lógicamente quiero ganar, es una victoria que fue buena, contundente pero hay que mejorar mucho».

Nuevamente la consulta rondó en torno a los once que plantó en este partido y donde solamente repitió al golero Burián. Por eso expresó que «cuando jugás con un equipo de otra divisional tenés que igualar capacidades físicas, ninguno de los que jugaron el domingo podía equiparar eso. Buscamos 10 jugadores frescos, este plantel viene físicamente en un momento complicado hasta que no haga una buena pretemporada no estará en estado óptimo, uno tiene que tratar de poner lo mejor y quienes puedan soportar los 90 minutos».

Para luego, hacer mención a los insultos que recibieron: «Yo trabajo, los jugadores trabajan, nosotros somos los primeros en querer ganar, si no gano me echan y los jugadores no renuevan o tienen que ir a otra divisional, nosotros sufrimos día a día, la gente se va al trabajo, con la familia, el hincha a veces no lo entiende, no me compete que puede pensar el hincha, es así, a veces te va a aplaudir y otras a insultar».

Llegó el momento de la charla donde no esquivó el DT de Colón hablar de otro «supuesto encontronazo» que tuvo con algunos jugadores después de perder ante Tigre. Y entonces se atrevió a decir lo siguiente: «Alguien como ahora esta escuchando en el vestuario, después del partido con Tigre no entré al vestuario y salieron a decir cualquier cosa, no voy a desmentir un montón de pavadas, más allá de lo que crean o no, hay mucha gente en el periodismo con mala leche, que buscan sacar provecho de algo o generar un problema para vender más, a la gente le gusta consumir los problemas, de este partido se va a hablar mañana, estamos acostumbrados como sociedad a consumir basura, me quedo tranquilo porque tengo una buena relación con los jugadores y ellos conmigo».

Y antes de retirarse reconoció que «cuando hay dolor uno tiene que ser inteligente y es callarse la boca, el lunes tuvimos una charla de tres horas con el plantel, hicimos foco sobre las cosas positivas y las situaciones, tratando de sumar, no me sirve acusar y a veces uno tiene que callar. Los que dicen que insulto a los jugadores no me conoce, no es mi manera de vivir, algún día me conocerá mejor y sabrá que jamás haría eso».