El DT apostaría por el 4-4-2, aunque tiene en mente cambiar a un 3-5-2 en caso de ser necesario. Por otra parte, la renovación de Gerónimo Poblete está más trabada que nunca

La semana se puso en marcha con la mente puesta en el choque ante Olimpo con el arbitraje de Nicolás Lamolina, pero producto del conflicto que existe entre Agremiados y AFA, se trata por lo menos de ser cautos. Por lo pronto, por lo que se pudo averiguar, el lunes por la tarde noche comenzó a llegar el dinero correspondiente y adeuda por la casa madre del fútbol nacional, con lo cual paulatinamente se le fue liquidando a los jugadores los salarios.

Un dato que traslada un poco de tranquilidad entre tanta turbulencia. Pero en Santa Fe eran optimistas y por eso creen que la pelota volverá a rodar. Antes de la retención de tareas, el entrenador sabalero, Eduardo Domínguez, había trabajando con un equipo conformado por Jorge Broun; Clemente Rodríguez, Germán Conti, Emanuel Olivera y Iván Torres; Christian Bernardi, Gerónimo Poblete, Pablo Ledesma y Nicolás Silva; Nicolás Leguizamón e Ismael Blanco. Pero también probó con Osvaldo Barsottini en lugar de Mosquito Silva adelantando al paraguayo Torres como carrilero para cambiar a un 3-5-2. Esto parecería ser más que nada opción más ante alguna circunstancia, porque el 4-4-2 fue el que rigió a lo largo de toda la pretemporada.

Habrá que estar atentos en los entrenamientos para saber si esto termina siendo así o si ingresa finalmente Osvaldo Arroyo para desempeñarse como lateral izquierdo, haciendo que Torres vuelva a jugar como tradicional “11”. Vale recordar que Facundo Pereyra y Diego Vera están habilitados y a disposición del entrenador.

Por otra parte, la novela de la renovación del contrato de Gerónimo Poblete sigue sin un final feliz. Según se supo, la dirigencia le habría acercado una oferta que lo pone como uno de los mejores pagos del plantel, casi a la par de Vera, pero la traba está en la “comisión” que pretende su representante, Pablo Caro, y en que además está el Órgano Fiduciario de por medio y que debe aprobar el vínculo. De esta manera, si la situación no mejora, el jugador podría ser colgado. Se trataría de una medida de fuerza por parte de la CD para no perder uno de sus principales recursos, ya que en junio quedaría libre.